Comida típica de Alemania (más allá de las salchichas)

Dulce o salado, de principal o de guarnición, he aquí 13 platos que deberías probar en tu próximo viaje.

17 de abril de 2024

No será especialmente variopinta ni ligera, pero hay platos de la comida típica de Alemania que conquistan. Vamos con un repaso de ese recetario que hay que probar cuando uno pisa suelo germano.

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Pretzel
Este lazo es todo un emblema alemán. Lo encontrarás en los mercados tradicionales que se sitúan en las plazas los fines de semana, en las cafeterías, los puestos callejeros o en los restaurantes. Y aunque el clásico pretzel (o bretzel) es una masa de pan con un toque salado, sin nada más, hoy lo puedes encontrar bañado en queso o incluso en dulce.
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Ensalada de patatas
Resulta irónico leer la palabra 'ensalada' y no encontrar nada verde en el plato. En Alemania, la ensalada de patata (Kartoffelsalat) puede encontrarse aliñada con mahonesa, mostaza, yogur o crema agria, depende de la región. Eso sí, es el acompañamiento estrella del país.
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Codillo
Entre las muchas maneras que hay de cocinar esta carne de cerdo, el codillo al estilo alemán es la más conocida. Basta introducir todos los ingredientes en una olla, cubrir con una mezcla de cerveza y agua y cocer hasta que la pieza esté tierna. Suele venir acompañada de patatas o de col fermentada (de la que hablaremos luego).
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Semmelknödel
Este plato no es muy conocido fuera, pero es otro clásico de la comida típica de Alemania. El nombre es algo complicado, pero en realidad son unas tradicionales (y sabrosas) bolas de pan que no faltan en los restaurantes del sur del país.

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Schnitzel
Es cierto que el Schnitzel es el plato estrella en Viena. Sin embargo, en Alemania no hay tampoco un restaurante que no lo tenga en su carta. Sí, este filete empanado es de origen austríaco, pero no hay que olvidar que ambos países han compartido historia, suelo y hasta peleas a lo largo de los siglos.
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Flammkuchen
La parte suroeste de Alemania ofrece al visitante una de las más ricas delicias del país. Compartiendo frontera (y receta) con Alsacia, las regiones alemanas del Palatinado y Baden sorprenden con esta especie de pizza de masa ultrafina y que tradicionalmente solo lleva panceta y cebolla. No podrás comer solo una.
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Sauerkraut
Aunque no gusta a todo el mundo, la col agria es un acompañamiento clásico en la cocina germana. El también conocido como chucrut es fruto de la fermentación y es una guarnición que encaja con cualquier carne.
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Sauerbraten
Esta carne asada y marinada lo es gracias a un adobo con vinagre, agua, caldo de verduras y especias que después se cuece lentamente. ¿El resultado? Se deshace en la boca.

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Selva Negra (tarta)
Está la zona y está la tarta, aunque la segunda se creó en la primera (dicen que en Triberg, concretamente). Sea como sea, la Selva Negra es, sin duda, una institución germana. De hecho, es común ver a los alemanes disfrutar de un dulce a media tarde. Son golosos y, si tú también lo eres, has encontrado tu meca. Eso sí, que sepas que la tarta original está borracha, fruto de un licor de las guindas autóctonas que pueblan esta región del sur alemán.
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Frikadellen
Lo que vendrían siendo nuestras albóndigas, este revuelto de carne picada, pan, cebolla y mostaza es de lo más socorrido en Alemania.
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Kartoffelsuppe
La patata está especialmente presente en la despensa alemana. De hecho, uno de sus platos de cuchara más icónicos es precisamente esta sopa de patata conocida como Kartoffelsuppe.
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Spaetzle
Si preguntas por este plato, cualquier camarero podría decirte que son los mac and cheese en versión alemana. Y no está lejos de la realidad. Esta pasta típica de Suabia se sirve con cebolla y mucho queso, tanto como plato principal como guarnición.