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Anabel Vázquez

Periodista

De pequeña quiso ser, por orden: gimnasta, exploradora, ministra e Isak Dinesen. Ha vivido en varios países del mundo, pero ahora trabaja desde Madrid, en aeropuertos o donde le dejan su Mac y la conexión wifi. Colabora en publicaciones de viajes, moda y actualidad y habla de la cara más hermosa de la vida, que la hay. Es hotelófila, piscinófila, masajófila. Le gustan los ciudades inmensas y los desiertos. Cree, como Cortázar, que los viajes sirven “para cambiarle el agua a la pecera”.

Perdición: la filoxenia (con acento en la i)

La filoxenia es el amor por el extraño y eso nos desliza hacia la hospitalidad. La palabra procede de ϕιλο- (amigo) y ξένος (forastero, huésped) y ha viajado desde Homero hasta hoy.

El viajazo (VIII): allá donde la vida es larga y buena

Viajar cuando se es joven es fácil; viajar cuando se es menos joven, una medicina. Viajar allá donde saben vivir es un aprendizaje.

Perdición: aperitivos políticos, o cuando el bar es el mensaje

Estas líneas son para hablar de tabernas con peso político. Todas lo son, porque todo lo que nos impacta como ciudadanos lo es, pero algunas lo llevan a gala; en tiempos tibios, se agradece la claridad.

El viajazo (VII): un road trip a pueblos inventados

Los pueblos de colonización abundan en Andalucía, Extremadura y Aragón. Saldremos a buscarlos en este road trip, que puede ser muchos road trips y que es mitad discreto y mitad extravagante.

Perdición: No molestar (estoy cambiando el mundo)

Cada vez que una mujer cuelga el cartel de “No Molestar” en la puerta de una puerta de habitación de hotel, está construyendo y blindando su mundo.

El viajazo (VI): ¿qué haría Cortázar si viviera en París en 2024?

Estamos en el año Cortázar; se cumplen 110 años desde su nacimiento y este mes ya hará 40 desde que el Gran Cronopio nos dejó. Y decimos “nos” porque los cortazarianos somos una comunidad, nos olisqueamos.

Perdición: shhhh, silencio, hay un desfile en el hotel

Hace un siglo que los desfiles se celebran en hoteles y no veo motivos para que dejen de hacerlo. Porque un hotel puede ser lo que quiera. O lo que pueda.

El viajazo (V): el viajito

Un viajito es un viaje. Y, a veces, un viajazo. No usamos el sufijo -ito con condescendencia, sino con cariño. Un viajito es facilón, cercano, efervescente y llega sin avisar.

Perdición: el placer de robar algo (pequeño)

Porque no estás robando, sino dando una nueva vida al objeto, prolongando tu viaje, atesorando recuerdos. Es más, los hoteles lo saben y ayudan esa ansia añadiendo fruslerías con su logo.

El viajazo (IV): los viajazos que vendrán. ¿Cómo me las maravillaría yo?

Cuando llamamos a esta sección “El viajazo” siempre supimos que nos referiríamos a cualquier viaje que nos emocionara. Esto es.

Perdición: hackear el invierno

Hay mucho placer en hackear al invierno. Es un triunfo mayor que hackear al verano. No es igual dormir con manta en agosto que darse un chapuzón en Navidad.

El viajazo (III): Londres en Navidad, actually

Las navidades londinenses deshielan el corazón de los cínicos y de quienes reniegan de la Navidad. Love, actually.

Perdición: las siete de la tarde

El día tiene veinticuatro horas. Algunas veces sobran veintitrés. Esta es una oda a la hora más feliz en un hotel. Sí, las siete de la tarde.

El viajazo (II): la extra-extravagancia, lugares pedantes de los que no queremos salir

Este no es el viaje (viajazo) a una ciudad ni a un hotel. El destino es un estilo, unas sensaciones que, a veces, requieren Biodramina. Pero qué clase de viajeros seríamos si nos disuadieran unas cuantas curvas.

Perdición: la paradoja de los ojos cerrados

No hay nada más arrebatador que dormir bien en un buen hotel. Gran parte del tiempo que pasamos allí estamos en otra dimensión, felizmente inconscientes disfrutando de una de las grandes paradojas hoteleras.

El viajazo (I): hotel Memoir o cómo hacer check-in para escribir tus memorias

Tendencias, microtendencias y contratendencias. En esta nueva sección, El viajazo (con todas las letras), analizaremos todo eso que hoy suena raro y mañana realizarás.

Perdición: el primer baño del otoño

En este rincón hablaremos de momentos, detalles (¿una toalla?) y lugares que nos atraviesan el corazón y nos pierden, como se perdió Fred MacMurray en brazos de Barbara Stanwyck.

First In: METT Hotel & Beach Resort, porque hay vida más allá de Marbella

Maresía. Dícese del olor del mar que se huele desde la tierra.

Kokos Huis: yo tenía una locura en Sudáfrica

En Kokos Huis, un pequeño gran hotel a una hora de Ciudad del Cabo, se habla español. Este es el nuevo proyecto de la valiente andorrana Prisca Llagostera.