Marita Alonso

¿Qué pasa si lanzamos al mar un poquito de kitsch y “un muchito” de ganas de disfrutar? Cruceros experienciales en los que disfrutar en pareja o en los que conocer gente lejos de la orilla. Como una ola… la diversión llegará a tu vida.

¿Por qué hemos dejado atrás la magia de lo casual para abrazar el postureo sobre el césped?

El nuevo lujo radica en leer un buen libro al atardecer o convertir las propuestas wellness del hotel elegido en el único plan posible. Es más: no tener planes es en realidad la magia de esta tendencia.

¿Por qué las duchas de los hoteles son cada vez más complicadas? ¿Desde cuándo se necesita hacer un máster para dominar el control de la temperatura?

Ni croissants ni boinas, 's'il vous plaît': descubre las claves para visitar la capital parisina sin hacer el ridículo delante de los franceses… y de tus seguidores.

¿Por qué los turistas se portan cada vez peor y viajan en clave Jackass? Y… ¿Qué dice de nosotros esa manía que le estamos cogiendo al pobre viajero?

Descubre por qué muchos restaurantes apuestan por invitar a bartenders y a chefs de moda a sus enclaves para hacer del mundo gastro una cita sorprendente.

Lo sentimos, amantes de la rúcula, pero las burgers y pizzas están huyendo de la demonización. Y ojo: la comida saludable puede no serlo si te obsesionas.

Del mismo modo que Magritte decía “Ceci n'est pas une pipe”, el universo gourmet ahora dice que ni las hamburguesas son ya hamburguesas, ni las tartas, meros pasteles. Así es el fenómeno de la comida mash-up.

‘Cheesecakes’, bandejas de queso, carros queseros… ¿Cómo demonios hemos terminado tan ‘quesificados’? Por cierto: no busques el término en la RAE.

Tal cual: presumir de orden y de alimentos de calidad en brillantes y lustrosos frigoríficos se ha convertido en un nuevo símbolo de estatus.

Nos importa tanto el naranja de la yema que hacemos de los huevos escalfados nuestros imanes ‘atrapa likes’ en redes sociales. Analizamos por qué ahora el huevo es un asunto de sibaritas.

Un par de citas, alguna copa de vino y una suculenta oferta de viaje tras el tercer brindis es el escenario en el que, a veces, se planea una escapada romántica con alguien recién conocido. ¿Es una buena idea o una caída a cámara lenta?