Trashumancia en los Picos de Europa leoneses, un legado para el futuro

La ruta, que cuenta con ocho siglos de antigüedad, ha merecido la inclusión en el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco.
Rebaño de ovejas en el puerto de Pandetrave
José Barea

Es este un viaje por el desconocido y apasionante mundo de la trashumancia. Todo empezó gracias al Programa Europeo 2021-2023 Sabrosa y Sostenible. Elige el Origen Europeo, de INTEROVIC. La Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino de Carne, que tiene como objetivo rejuvenecer su consumo y dar a conocer los aspectos sostenibles de esta ganadería y el pastoreo, en colaboración con Fundación Monte Mediterráneo, socio líder del grupo operativo OVINNOVA, hizo posible el recorrido por los Picos de Europa leoneses, punto álgido de la mayoría de los pastores trashumantes.

Antes de comenzar a narrar un viaje sin igual, conviene matizar que nuestra cicerone, Ernestine Lüdeke, de origen alemán, junto con su marido, fundó en 1993 en Santa Olalla de Alcalá (Huelva) la Fundación Monte Mediterráneo, con el propósito de crear un agro-ecosistema para compatibilizar la biodiversidad con la explotación.

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“Entre nuestros proyectos de formación y sensibilización, el de desarrollo rural es el más importante. Desde 2013, Fundación Monte Mediterráneo está coordinando el movimiento de ganado ovino por toda España. El punto con más éxito fue el proyecto OVINNOVA, el primer salón monográfico sobre ganadería ovina de carne y leche de España, con el que entre 2020 y 2021 logramos movilizar más de 20.000 ovejas”, explica su presidenta, Ernestine Lüdeke.

Vanesa y su hija pequeña en Terradillos de los Templarios.

José Barea

PORMENORES DE LA TRASHUMANCIA

La comida en el restaurante Marcela Brasas & Vino, en la bella plaza de San Marcelo, custodiada por el león que asoma de una alcantarilla, fue el preludio perfecto donde empezar a probar los sabrosos productos leoneses cocinados con excelencia.

Terradillos de los Templarios es un pueblo llano de amplios horizontes y campos de trigo que enmarcan una estampa típicamente castellanoleonesa. Se escucha el tañer de los cencerros y aparece el rebaño de ovejas encabezado por una mujer, una joven y una niña, a las que acompañan los careas, perros pastores, mientras que el ganado va custodiado por mastines.

Vanesa de Prado es el nombre de la ganadera y pastora de quinta generación, representante de pastoreo femenino de la Fundación Monte Mediterráneo. Una mujer serena que mientras vigila el rebaño, habla sobre su vida, nada fácil. No por ello se le apaga la sonrisa, y sus ojos brillan con ilusión. Cuenta cómo en épocas de trashumancia siempre ha subido a los puertos; es el primer año que lleva al rebaño a zona llana. Cogía a las niñas y al rebaño y andaba puerto arriba, incluso a los más arriesgados.

El precio de los alquileres del puerto varia según localización y capacidad. El suyo, que daba miedo, comenta Vanesa, le costó 1.000 euros; los hay que asciende hasta 10.000. La pequeña corre entre las ovejas, mientras la adolescente las avoca a salir del corral para que pasten a sus anchas. El bar del pueblo está lleno de peregrinos que han hecho un alto en el Camino de Santiago para tomarse un cocido leonés o unas migas, antes de seguir ruta.

Ángel, propietario de la Hospedería de Salamón.

José Barea

MONTAÑA ARRIBA EN SALAMÓN

El siguiente pueblo que visitamos, Salamón, se sitúa en las laderas de la Montaña Oriental Leonesa. Su estampa es de tejados de pizarra, casas cuidadas, una pequeña iglesia, un bar autoservicio (solo hay que abrir con la llave y dejar el dinero de lo consumido) y la hospedería de Ángel, centro neurálgico de la pequeña población.

Ángel es el alcalde de Salamón y dueño de su hospedería. Un hombre gentil al que todo el mundo conoce y aprecia. Mientras narra anécdotas de la trashumancia, asa un cordero al horno, abierto en canal, con sal solo por una cara y al fuego de la leña que ha ido calentando la víspera. Momento único en que el cielo color de rosa se posa sobre los picos, antes de que oscurezca y las estrellas brillen en todo su esplendor. Ángel descubre la cecina a base de carne, sal y humo y otros fiambres que se secan con el frío del invierno.

La hospedería es de cuento, como lo son las pocas casas que forman Salamón, entre las que está el Ecomuseo de la lana merina trashumante "Museos Vivos", al que se puede entrar con un QR, observar los utensilios que rodean el mundo trashumante, desde jarras hasta zapatos, y ojear los libros del maestro de la trashumancia, ingeniero agrónomo y doctor en veterinaria Manuel Rodríguez Pascual, enamorado de la legendaria costumbre, que desgrana y explica en su libro La Trashumancia: cultura, cañadas y viajes.

‘Catedral de la Montaña’, en Lois.

José Barea

LOIS Y SU CATEDRAL

Lois es un pueblo cercano a Salamón donde espera un pastor trashumante por excelencia. Con solo darle la mano a Miro, nombre al que responde, se observan sus ojos cálidos y su fuerte y delgada complexión, pues como bien dice, tras casi 60 años de trashumancia, sigue ágil como una ardilla. Su trayectoria pastoril se remonta a siete generaciones de mayorales.

Explica Miro como comenzó de motril, con apenas siete años, a llevarle el sustento a los pastores. Más tarde fue zagal, ayudador y sobrado, hasta que con la experiencia y sabiduría llegó a mayoral. Habla de las veces que tuvo que espantar a los lobos, y algún que otro oso pardo. De como cargaba puerto arriba con colecciones de libros de los quioscos, dormía en chozos y tenía tiempo para escuchar el silencio y soñar.

La iglesia de Lois, construida con mármol rosa de la montaña vecina en 1741, es conocida como la ‘Catedral de la Montaña’.

Miro Rodríguez con un vellón de merino de su ganadería, Fuente de los Romeros.

José Barea

La mujer de Miro es oriunda de Lois, él lo es de Tejerina. Allí se traslada el matrimonio en verano, pues el invierno lo pasan en su finca de Extremadura, de la que son copropietarios con parte de la familia y en la que están realizando un milagro.

La famosa oveja merina leonesa fue la que mejor lana dio en tiempos en que todos los países la cotizaban. De hecho, Australia la importó, y ahora tienen la mejor lana del mundo, mientras que en León se cruzó con otras, pues la venta de carne era más provechosa que la de lana. La lana merina se empobreció, y ahora Miro ha traído embriones de Australia, de oveja pura merina, y ya la está vendiendo, devolviéndola a sus orígenes.

Participante y apasionado por esta idea es Manuel Rodríguez Pascual, intimo amigo de Miro desde los años 80, al que ha acompañado en ocasiones durante sus largos días perdido en los puertos. Manuel sueña con que se vuelvan a abrir telares propios en España, sin depender de terceros.

Carolina y Mohamed en el puerto de Las Pintas.

José Barea

SECRETOS MERINOS

Explica Manuel el magnifico proyecto y desvela su reciente libro, a punto de publicar, Merinas y la industria de la lana, en el puerto de Las Pintas, donde Carolina García Santa María y Mohamed Akhlifa guardan parte del ganado de Ernestine hasta que llegue finales de octubre y lo devuelvan al sur.

La historia trashumante de la pareja más joven de pastores es puramente vocacional y comienza en la Fundación Monte Mediterráneo, donde se conocieron hace tres años. Este verano ha sido el primero en el que han trabajado juntos pastoreando en el puerto de Las Pintas. Mohamed hace los honores a su tierra y, mientras los visitantes disfrutan de la cecina, el chorizo y los quesos lugareños, cocina el excelente cous cous que poco después saldrá a la mesa al aire libre, rodeada de las 500 ovejas que pastorean.

La tertulia se centra en la oveja merina y la lana de calidad que daba en sus principios. Momento estelar cuando Miro saca un lote de la lana que ya ha conseguido de sus ovejas mitad leonesas mitad australianas, y anima a palpar la diferencia y observar así la suavidad y la longitud del hilo que hace que no haga bolas.

Juan José Morgados.

José Barea

HACIA LOS PICOS

Los todo terreno bajan saltando entre las piedras y pasan Riaño, camino del puerto de Pandetrave, donde se encuentra uno de los pastores más añejos de la trashumancia, el cacereño Juan José Morgados. Su figura esbelta, la blanca coleta, el cigarro en una mano y el bastón en la otra, sugieren su fotografía de portada. Y más cuando de fondo aparecen los abruptos Picos de Europa, diáfanos gracias a la luz de un día radiante. Le acompaña Miguel, pues difícil es pastorear 1.200 ovejas juntas, que cuenta las dificultades que tuvieron con el rebaño durante las últimas tormentas.

Mientras Juan José reúne a las ovejas para pasar la noche, Manuel Rodríguez habla sobre la importancia vital de la trashumancia cuando fue fuente de comercio, comunicación, de transporte de semillas y fertilización de la tierra. Desde los años setenta, con la emigración a las ciudades, la trashumancia ha decaído y apenas quedan pastores.

Juan José recuerda sus tiempos jóvenes en los puertos leoneses. Lo primero que hacía era bajar al pueblo y hablar con las personas mayores que le enseñaron mucho de lo que hoy sabe. Su vocabulario pastoril es curioso: un queso que sabe a berrina se debe a que cuando ordeñaron a la oveja la separaron de su cría. Ella berreaba de pena y esa leche le daba un sabor especial al queso, que solo personas como Juan José podrían advertir.

Ovejas en el puerto de Pandetrave.

José Barea

Dice el pastor que las ovejas suelen parir durante los días de lluvia y que los mejores pastos son los calizos. Y que, aunque la trashumancia en el siglo XXI se puede hacer en camiones o tren, él sigue andando los caminos durante 25 días al ir y unos 30 al volver, pues la mayoría de las ovejas van gestantes a parir en Extremadura.

Camina Juan José por los cordeles al igual que hicieron sus antepasados: “Aunque vayas andando tienes que llevar un coche de apoyo con cinco o seis personas, porque necesitas comer, cargar las tiendas de campaña, medicamentos para las ovejas… Las dificultades de hacer la trashumancia son muchas. Hay que conocer todo el camino para saber por dónde pasar y, además, las ovejas pueden enfermar, se pueden romper una pata y hasta morir”.

COSAS DE LEÓN

De vuelta a Salamón se pasa por el pueblo de Boca de Huérgano. Llama la atención la tienda Casa de la Reina que anuncia “Manjares y Artesanía”. La dueña, la malagueña Sandra García, presenta los atractivos productos que vende. Bien pueden ser manjares como sus galletas de mantequilla o bien artesanía, véanse las mantas de lana merina con diseños modernos, o los zapatos y botas, únicos, de la misma lana, que están teniendo el éxito merecido en el mercado.

Ecomuseo de la lana merina trashumante “Museos Vivos”.

José Barea

Mansillas de las Mulas fue un pueblo de importancia, hito del camino de Santiago, que hoy guarda un tesoro en lo que albergó el convento de San Agustín. El Museo de los Pueblos Leoneses tiene 9.000 piezas etnográficas, algunas en almacenes y otras 1.200 distribuidas en áreas temáticas de la exposición permanente. Utensilios, muebles, fiestas, costumbres, arte popular, producción textil, la montaña, las villas.

Todo aquello relacionado con la provincia de León, en cualquiera de sus ámbitos, se exhibe en este museo que goza de espacios diáfanos para presentar de forma holgada el sentir de León. Están las maravillosas collaradas, donde las mujeres colgaban escapularios, amuletos, votos. Los carros de trabajo que chirriaban de forma familiar para sus dueños; cuando el contrabando lo requería untaban las ruedas con grasa para que rodaran en silencio. Se aprende lo que significa ‘bajar a campos’, pasado el invierno, a intercambiar bienes.

Museo de los Pueblos Leoneses.

Cedida a Condé Nast Traveler

Cesefor, en León capital, es el centro tecnológico de ámbito forestal que, a través de proyectos, aúna innovación y tecnología. Junto con otras entidades, como INTEROVIC, Fundación Monte Mediterráneo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Unión Europea, la Universidad de León, la Junta de Castilla y León o el Ayuntamiento de Crémenes, ha creado el Grupo operativo Go Innova, que se ocupa de que la trashumancia siga teniendo su razón de ser, con un programa de desarrollo local para definir las bases del pastoreo trashumante. Un modelo de negocio de prestación a los ganaderos y contribución a conservar la diversidad de las zonas. Collares GPS para vigilar el estado de las ovejas y desarrollo de información para los pastores, con propósito de animar a las nuevas generaciones.

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