Gold List 2024: los mejores hoteles del mundo

Los editores globales de Condé Nast Traveler, repartidos por siete ciudades a través de tres continentes, hemos seleccionado un año más nuestros hoteles favoritos en el mundo. Bienvenidos a la Gold List 2024.
Gold List 2024 Kokomo Private Island
Kokomo Private Island

La Gold List 2024, la lista dorada de Condé Nast Traveler, rubrica como cada año doce meses de viajes con la selección de los mejores hoteles del mundo. Los editores de CNT España, India, Italia, Reino Unido, China, Oriente Medio y EE. UU. hemos deliberado, votado y elegido. Y tú... tú querrás ir a todos.

Europa y Reino Unido

Pictura, el bar del hotel Mandarin Oriental Ritz Madrid.Yago Castromil

MANDARIN ORIENTAL RITZ MADRID (ESPAÑA)

“Lo que hemos hecho ha sido encender la luz”, dijo Rafael de La-Hoz sobre la reforma que devolvió a este icono madrileño el brillo de antaño, y hasta lo intensificó. Las luces de este hotel nunca se han apagado desde que el rey Alfonso XIII lo inaugurase en 1910, pero hoy resplandece con gran calidez (y medidos guiños contemporáneos) gracias a la maestría del renombrado arquitecto La-Hoz y su estudio, así como de los interioristas Gilles & Boissier. Su lista de atractivos es tan majestuosa como sus estancias: dos estrellas Michelin en Deessa, de Quique Dacosta, la coctelería Pictura, El Jardín del Ritz, el dorado spa de The Beauty Concept... Sin embargo, los incondicionales del Ritz, que reservan previsores su delicioso afternoon tea bajo la emblemática bóveda acristalada, saben que su magia emana de todos y cada uno de los miembros de su staff: camareros, doormen, doncellas, housekeeping... Es su amor por los detalles el que mantiene viva la leyenda (desde 880€). –Clara Laguna

Heckfield Place, Reino Unido.Heckfield Place

HECKFIELD PLACE (HAMPSHIRE, REINO UNIDO)

No sería raro pensar que este es el típico hotel campestre sofisticado: jardines impecables, fachada señorial, amplias escaleras y paredes con lienzos. Pero las apariencias engañan. Para empezar, aquí no hay ni pizca de rigidez: hasta los uniformes, de la firma Egg (todo pana, lino y blusas con volantes) son una sorpresa. Los dormitorios son minimalistas, rurales y acogedores sin caer en la clásica estética campestre, y la comida enamora. Tanto Marle como Hearth, los dos restaurantes, están dirigidos por la chef estrella Skye Gyngell, de filosofía “de la granja a la mesa”. The Bothy by Wildsmith es su oasis de dos pisos, con una gran piscina y salas de tratamiento. En verano puedes nadar en el lago y en invierno, acurrucarte junto al fuego con un trozo de tarta (desde 575€). –Sarah Allard

Regina Isabella, Ischia.Regina Isabella

REGINA ISABELLA (ISCHIA, ITALIA)

Ischia, una isla volcánica llena de acantilados, picos escarpados y carreteras sinuosas, no es lugar donde uno espere encontrar un resort de cinco estrellas junto al mar. La marina del Regina Isabella ofrece una cercanía inigualable a un mar cristalino, uno de sus muchos atractivos. Sus cuatro piscinas no se quedan atrás, al igual que su legendario spa de aguas termales. Este hotel captura a la perfección la esencia de los años 50, su era de mayor esplendor, con su sofisticación mediterránea y glamour a lo dolce vita. Este ambiente predomina también en sus 128 habitaciones, repartidas en tres edificios que se construyeron entre 1956 y 1963 y decoradas algunas con elementos vintage como tocadores, camas y armarios empotrados, además de balcones de hierro modernistas. En el spa se pueden solicitar faciales y programas personalizados de bienestar. Su ubicación permite conocer a la que en su día fue una comunidad pesquera tradicional (desde 246€). –Catherine Fairweather

The Gritti Palace, Venecia.Marriott

THE GRITTI PALACE, A LUXURY COLLECTION HOTEL (VENECIA, ITALIA)

La gran dama de Venecia es un verdadero museo de historia decorativa: paredes forradas de seda y damasco, precioso mármol, vigas doradas, lámparas de Murano. En 2013 reabrió sus puertas tras una renovación de 30 millones de libras, aunando el encanto de la experiencia para huéspedes con el esplendor histórico. No es necesario reservar la magnífica Somerset Maugham Royal Suite para sentir que te has unido al club; una habitación Deluxe será suficiente. Cubierta con elegantes telas Rubelli, sentirás que Casanova se esconde en el armario. La terraza del Gritti es uno de los mejores lugares de Venecia para desayunar y la llegada en 2023 del chef ejecutivo Alberto Fol, del Danieli, ha sido una victoria local. En el privado Bar Longhi, la felicidad consiste en sentarte en un taburete frente a la barra de mármol, pedirle al barman Cristiano Luciani que prepare uno de sus deliciosos martinis de hinojo silvestre y sacar la Peggy Guggenheim que llevas dentro (desde 1.010€). –Lee Marshall

The Gleneagles.Gleeson Paulino

THE GLENEAGLES HOTEL (AUCHTERARDER, ESCOCIA)

No necesita introducción. Gleneagles, una finca de algo más de 430 hectáreas en la campiña escocesa, es un icono donde jugar al golf, relajarse y explorar el hermoso entorno desde 1924. Con tres campos de golf (the King’s Course, Queen’s Course and PGA Centenary Course), el hotel acogió la 40ª Copa Ryder. Pero también ha sido refugio habitual de estrellas como John Travolta, Sean Connery, Vivien Leigh y Laurence Olivier, durante décadas atraídos por sus planes al aire libre –ofrece cetrería, pesca, tiro con arco...– y su premiado spa, con dos piscinas cubiertas, piscina termal al aire libre y 20 salas de tratamiento donde disfrutar de masajes con ingredientes locales y botánicos escoceses (desde 400€). –Lydia Bell

Hotel Imperial, Viena.Marriott

HOTEL IMPERIAL, A LUXURY COLLECTION HOTEL (VIENA, AUSTRIA)

Si siempre has soñado con el estilo siglo XIX con ecos de Baz Luhrmann, con lámparas de araña, suelos de mármol y mayordomos de librea, tu sitio es, sin duda alguna, el Hotel Imperial. La referencia al Gran Hotel Budapest de Wes Anderson es inevitable: Michael Moser, el concierge principal desde hace 31 años, inspiró el personaje de Monsieur Gustave (Ralph Fiennes). En las habitaciones, terciopelos y papel tapiz damasco. La ubicación es inmejorable, no en vano fue la residencia del príncipe de Württemberg: Ringstrasse, el bulevar que bordea el centro histórico. Que su grandeza no te intimide, lo que busca este hotel es que sus huéspedes lo disfruten. Y su schnitzel es de los mejores de la ciudad (desde 360€). –Rick Jordan

Four Seasons Hotel Gresham Palace, Budapest.Four Seasons

FOUR SEASONS HOTEL GRESHAM PALACE (BUDAPEST, HUNGRÍA)

El hotel más majestuoso de Budapest, una maravilla del secesionismo (versión centroeuropea del modernismo) que ha pasado por una renovación excepcional: han reparado las lámparas de araña y las vidrieras, abrillantado los azulejos y repintado el estuco. Su ubicación es inmejorable, en Pest, frente al río y de cara a la abrupta Buda y al casco antiguo al otro lado del Danubio. El concierge y su equipo rebosan consejos sobre los mejores bares y otros lugares, aunque la zona que rodea al hotel es interesantísima: puedes visitar Gundel, la famosa cafetería que abrió en 1910; las elegantes tiendas de la avenida Andrássy, un bulevar a imagen de los Campos Elíseos; el museo Franz Liszt y la Ópera Nacional de Hungría (desde 4.658€). –Adriaane Pielou

Azulejos portugueses en el restaurante El Jardín, Finca Cortesin (Casares, Málaga).Finca Cortesin

FINCA CORTESIN (CASARES, ESPAÑA)

Ningún otro hotel en España logra el consenso de Finca Cortesin, paradigma incontestable del lujo patrio gracias al tesón de sus creadores. Al madrileño Javier López Granados, consejero delegado de Single Home, se suman los arquitectos Roger Torras e Ignacio Sierra, autores de tan bellísima recreación de un clásico cortijo andaluz, mientras que sus bucólicos jardines son obra de Gerald Huggan y las hermanas Ana y Cristina Calderón firman el interiorismo de sus 67 suites, su spa de 2.200 m2 y su beach club, ojo, 6.000 m2 de privacidad frente al Mediterráneo. El portugués Duarte Pinto Coelho se encargó de las zonas comunes y ahora es el gran Lorenzo Castillo quien rubrica cada nueva intervención. No podemos obviar a Lütz Bossing, chef de El Jardín de Lutz, que hace magia en cada plato, ni a Rene Zimmer, managing director de Cortesin Hotels que también supervisa Grand Hotel Son Net, la grande dame con la que el grupo aterrizó en Mallorca en 2023. Y es que todos los nombres en Finca Cortesin son de quienes lo hacen, nunca de quienes lo disfrutan, porque es en su absoluta y convencida discreción donde radica su éxito. También en que pocos pueden presumir de un campo de golf soberbio, el mismo que le ha permitido ser sede oficial de la Solheim Cup 2023. Todo es colosal en Finca Cortesin para que cualquiera comprenda en un abrir y cerrar de ojos qué significa eso del lujo silencioso. Tan difícil de definir pero... tan fácil de vivir (desde 635€). –David Moralejo

Panorámica del Hôtel du Cap-Eden-Roc, en la Costa Azul.Romain Reglade

HOTEL DU CAP-EDEN-ROC (ANTIBES, FRANCIA)

La glicina del Hotel du Cap se plantó el año de la inauguración, es decir, en 1870, antes de que una generación de hedonistas convirtiera este clásico retiro invernal en edén para huir de la severa sociedad de entreguerras. Los 70 del siglo XX fueron otro punto de inflexión, cuando la familia Oetker compró la villa: comenzó una nueva era en la que las normas sociales se olvidaban al entrar en la legendaria piscina, fetiche del fotógrafo Slim Aarons. Es un lugar donde ver y ser visto, y aun así no hay refugio más privado que una de sus 31 cabañas. Otras formas de pasar el día son holgazanear en el Dior Spa, practicar el saque en una de las cinco canchas de tenis de tierra batida o visitar las abejeras. Hotel du Cap avanza con los tiempos, pero sigue siendo un clásico. La placa de Anatole France lo resume: “Lo que habrá es lo que hubo”. En tiempos tumultuosos, seguir adelante es la mejor venganza (desde 1.053€). –C.F.

'Afternoon tea' en The Dorchester.The Dorchester

THE DORCHESTER (LONDRES, REINO UNIDO)

El hotel donde Liz Taylor firmó en el baño su contrato para Cleopatra sigue fabuloso tras la renovación del interiorista Pierre-Yves Rochon, que ha potenciado los espacios públicos y añadido dos pisos de habitaciones y suites. En Mayfair Artists’ Bar degustarás caviar, ostras y cócteles entre espejos que hacen brillar el cristal de Lalique que reviste la barra y el piano. Aunque si hay una joya aquí es el retrato de Isabel II de Ann Carrington, en nácar, plata y coral. El Vesper Bar, remodelado por Martin Brudnizki, invita a la intimidad, y en The Grill, de Tom Booton, te esperan sugerentes recetas. El spa es un paraíso rosa y las nuevas suites emulan un jardín inglés. Si Plaza Athénée es la fantasía estadounidense de París, esta dama de Park Lane es la fantasía estadounidense de lo británico (desde 977€). –Lydia Bell

Escalera de honor, The Ritz Paris.Vincent Leroux

THE RITZ PARIS (PARÍS, FRANCIA)

César Ritz abrió este bastión de la hospitalidad francesa en 1898 y, durante su gestión, él y su esposa, Marie-Louise dieron un vuelco a la industria. Fue el primer hotel de París con teléfono, en ofrecer baños privados y en instalar electricidad en toda la propiedad. También fue uno de los primeros lugares donde las mujeres podían acudir sin acompañantes y reunirse con amigas. Se dice que, estando enfermo, Marcel Proust pidió que le enviaran pollo con patatas del Ritz Paris; ahora esos fogones son el hogar de la primera jefa de cocina, Eugénie Béziat, quien pasó su infancia en África, por lo que Espadon ofrece platos como pollo yassa, una especialidad senegalesa. El Bar Hemingway se llamó así en honor al novelista, que nunca faltaba a la cita con su cóctel. La primavera pasada, el veterano barman jefe Colin Field (inventor del Clean Dirty Martini, servido con un cubito de hielo de jugo de aceituna) se retiró, y su protegida Anne-Sophie Prestail tomó el relevo (desde 2.308€). –Jo Rodgers

Schloss Elmau, Austria.Schloss Elmau

SCHLOSS ELMAU (KRÜN, ALEMANIA)

Algunos hoteles son capaces de ser a la vez estimulantes y relajantes: este vasto santuario en lo alto de los Alpes bávaros es uno de ellos. Puede que sea por el aire limpio y los lagos cristalinos, o por las enormes habitaciones, las comodísimas camas o los ventanales de techo a suelo con vistas perfectas de las montañas; o puede que sean los albornoces de colores atrevidos que se dan al llegar (también a los niños) y que son perfectos para atravesar el amplio jardín de camino al Nature Spa al aire libre. Las actividades, entre las que se incluyen la natación en agua natural, tours en bicicleta de montaña eléctrica, yoga, conciertos, charlas, paseos y muchas otras, mantienen el cuerpo y la mente activos, mientras que los ocho restaurantes, que abarcan de un buffet familiar en La Salle a las cenas elegantes en Luce D’Oro, garantizan que el estómago nunca esté vacío. Este hotel tiene seis spas (tres para adultos y tres familiares), infinity pools climatizadas al aire libre, baños de vapor y saunas, dos elegantes gimnasios y un amplio hamán. El filósofo Johannes Müller construyó la propiedad original en 1916 para que la gente descubriera los beneficios espirituales de la naturaleza y la música. Hoy, Dietmar Müller-Elmau, su nieto, dirige este mágico microcosmos dándole un giro moderno a sus principios originales y unos niveles estratosféricos de confort (desde 7.808€). –Louisa Parker Bowles

Al sol en los jardines de Lucknam Park.Lucknam Park

LUCKNAM PARK HOTEL & SPA (WILTSHIRE, REINO UNIDO)

A Inglaterra no le faltan grandes y suntuosas propiedades rurales y casas señoriales de gran atractivo. Pero Lucknam Park destaca sobre todas ellas. Este edificio catalogado como Grado II (piedra color crema adornada con enredaderas que se enredan en su torre como el cabello de Rapunzel, que se vislumbra mejor desde el melodramático camino de entrada bordeado de hayas) ha existido desde finales del siglo XVII y ha funcionado como hotel con su actual propietario desde el finales de los años 1990. Quedarse aquí es un recordatorio profundamente tranquilizador de que, a veces, los clásicos perduran por un buen motivo. Las mullidas camas con dosel están cubiertas con ricas telas florales o colocadas sobre papel tapiz. Las ventanas de guillotina originales dan la bienvenida al sol del West Country que brilla en los candelabros; en el acogedor bar, el personal informal pero experto prepara martinis alegremente; y las bicicletas y carritos de golf alineados en la entrada te ayudan a recorrer la finca en un abrir y cerrar de ojos. Estos son solo algunos de los toques que hacen que Lucknam Park salte de un lugar sencillamente tradicional a uno de primera categoría. Muchos vienen aquí, y repetidamente, por el restaurante (el equipo del chef ejecutivo Hywel Jones ha trabajado para mantener la estrella Michelin de la cocina durante 17 años y siguen sumando). Luego están los tratamientos faciales 111Skin, las gloriosamente humeantes piscinas cubiertas y al aire libre, los paseos a caballo, el tiro al plato y el tiro con arco. Cualquiera que sea su debilidad, todos los huéspedes aparecen en el desayuno con el aire inequívoco de quien está verdaderamente descansado. Ninguna otra escapada de fin de semana en el país lo consigue como ellos (desde 554€).Sarah James

Sublime Comporta, Portugal.Sublime Comporta, Portugal

SUBLIME COMPORTA (COMPORTA, PORTUGAL)

Entre pinares y dunas, alejado de todo, se encuentra Sublime, un hotel boutique en un entorno idílico y con una hospitalidad de primera. Es lógico asociar Comporta con la belleza de esos atardeceres tardíos del verano, pero Sublime es acogedor todo el año. De hecho, los suelos calefactados, las bañeras independientes y las terrazas privadas son una delicia en los meses más fríos por si te animas a hacerles una visita fuera de temporada. Hay tres restaurantes: Sum Porta es el principal y sirve gambas rosadas del Algarve, arroz con bogavante y cerdo ibérico; Tasca da Comporta es algo más informal, centrado en pequeños platos; y Food Circle prepara cocina del chef en medio del huerto ecológico de la propiedad. También hay beach club, spa y vegetación por doquier. Desde el amanecer en tu terraza privada hasta las cenas en la mesa del chef, todo está pensado con delicadeza, y mucho tiempo después de volver a casa, recordarás lo relajado que fue quedarte aquí (desde 191€). –Abigail Mablon

Claridge's, Londres.Ray Main / Maybourne Hotel Group

CLARIDGE'S (LONDRES, REINO UNIDO)

Fundado en 1812, frecuentado por la reina Victoria y considerado por la influyente guía de Baedeker de 1878 como “el primer hotel de Londres”, Claridge’s podría dormirse en los laureles de su historia, pero siempre ha ido a la vanguardia de los tiempos, contando con nombres de la talla de Guy Oliver y Diane von Furstenberg para darle un lavado de cara a lo largo de las décadas y asegurarse de que cabalga entre lo clásico y lo moderno de una forma que pocos hoteles consiguen. El lobby captura el glamour art déco de la época del jazz, cuando las flappers se codeaban con la realeza. Sus espacios amplios de suelo ajedrezado zumban con las masas internacionales de estrellas de Hollywood, recién casados y gente de negocios que charlan con un ácido cóctel Ginger John en el bar estilo años 30 Fumoir.

La niña bonita de las nuevas suites es la Georgian, una fusión impecable de legado inglés y chinería sutil. Hay un piano de cola Steinberg, paneles de Gurnay de seda en el comedor y una cocina con servicio 24 horas. La expansión del hotel al edificio vecino creó espacio para suites como la Mayfair, donde el diseñador Bryan O’Sullivan (The Berkeley Bar) ha insuflado modernidad por medio de muebles de angora festoneados en colores coral y verdes pastel. Claridge’s también se ha empleado a fondo para impresionar a los huéspedes con su spa subterráneo. Diseñado por André Fu, responsable del Maybourne Bar de Beverly Hills, sus texturas de tilo y piedra y sus tonos melocotón hacen de telón de fondo para los masajes con caña de bambú y tratamientos faciales de oxígeno frío. El agua de la piscina ondea bajo un techo abovedado, rodeada de columnas de piedra y cómodas cabañas. Claridge’s ya no es el único hotel de la ciudad, pero no es casualidad que el resto de hoteles de Londres sigan viéndolo como un modelo a seguir (desde 1.077€). –Noo Saro-Wiwa

Hotel De L'Europe, Ámsterdam.Hotel de L'Europe

HOTEL DE L'EUROPE (ÁMSTERDAM, PAÍSES BAJOS)

En una ciudad conocida por sus hoteles de diseño, este se aposenta como una distinguida matriarca a orillas del río Ámstel, con vistas a las barcas que lo surcan y a las casitas de mercaderes de la otra orilla. Edificio renacentista del siglo XVII, fue en tiempos un albergue construido sobre una antigua fortaleza medieval, pero desde 1950, tras su adquisición por parte de la familia Heineken, ha ido cambiando y creciendo. Sus paredes las decora una amplia colección de arte en la que destacan pintores holandeses, y el vestíbulo, adornado con sedas en tonos bronce y terciopelo, recibe a los huéspedes con rincones bordeados de espejos que reflejan animadas conversaciones por las noches, iluminadas por lámparas de araña antiguas y alimentadas por originales cócteles que mezclan semillas de comino con mezcal aromatizado con cilantro. Sus baños de mármol tienen productos de Diptyque, y las enormes camas, cabeceros de formas geométricas. El hotel ha ido adquiriendo los edificios colindantes a lo largo de los años y, entre sus novedades, están las suites de ‘t Huys, de la mano de creativos del arte y el diseño, como Salle Privée o la joyera Bibi van der Velden. En su bistró Marie, inspirado en la Costa Azul, sirven unos steak tartare y tarta tatin perfectos, y el restaurante de dos estrellas Michelin Flore ofrece cocina consciente (desde 480€). –Jemima Sissons

Palácio Príncipe Real, Lisboa.Emily Bowden

PALÁCIO PRÍNCIPE REAL (LISBOA, PORTUGAL)

Es difícil explicar la sensación, pero cruzar las puertas del jardín de Palácio Príncipe Real es como volver a casa. Lo primero que se aprecia es lo impresionante del lugar: un exquisito edificio rosa pastel de 1877 renovado y articulado alrededor de un gran patio interior, un oasis en uno de los barrios de moda de Lisboa, con preciosos jardines y amplios espacios donde en su día la familia Teixeira da Mota organizó legendarias fiestas. Con todo, desde el Renault 4 rojo del patio empedrado hasta el perfecto English breakfast, pasando por los patos que decoran cada rincón (bordeando lo kitsch), el ambiente es acogedor y relajado, con un aire caprichoso y sin pretensiones. Gran parte de esto se debe a sus dueños, Gail y Miles Curley, que rescataron el edificio cuando estaba a punto de convertirse en un bloque de oficina, allá por 2015, y se embarcaron en esta aventura durante una época de gran crecimiento para Lisboa. Son unos anfitriones encantadores, y se les nota el amor por su proyecto, además del sentido del humor. Las habitaciones con vistas al jardín son sublimes, con azulejos azules ornamentados y vistas a la piscina y a unos jardines llenos de palmeras, jacaranda y limoneros. Cuando baja el sol, el exterior se ilumina y empiezan a fluir los cócteles y la conversación junto al edificio principal. No es de extrañar que los huéspedes vuelvan a este lugar una y otra vez (desde 450€). –Toby Skinner

Hotel d'Inghilterra, Roma.Starhotels

HOTEL D’INGHILTERRA (ROMA, ITALIA)

Abierto originalmente en 1845 bajo el nombre Hotel d’Angleterre, se convirtió en un clásico en el transcurso de los siguientes 170 años. Tiene 80 habitaciones, aunque resulta más íntimo de lo que piensas. Algunas se han renovado recientemente, y todas están equipadas con antigüedades. El bar es uno de los mejores de toda la ciudad (a su alegre personal le encanta dar giros novedosos a los cócteles clásicos), y el Café Romano, abierto todo el día, sirve platos regionales excelentes e, inevitablemente, algunas recetas para confortar a viajeros nostálgicos de su hogar. No podría estar más céntrico y su servicio es cálido, entusiasta y atento (desde 393€). –Steve King

Lundies House, Escocia.Lundies House

LUNDIES HOUSE (HIGHLANDS, ESCOCIA)

¿Es este el hotel más bonito al norte de Inverness? Bien podría serlo. El sereno diseño escandinavo y la ebanistería escocesa a medida son un eco de las 13 fincas escocesas propiedad del danés Anders Holch Povlsen, pero Lundies es sin duda la joya entre ellas. Su inauguración hace cuatro años, justo antes del Covid, pasó algo desapercibida. Los gruesos muros de piedra de la antigua casa parroquial de 1842 (el reverendo Lundie fue uno de los primeros residentes) están apuntalados con maestría, de forma que te resguardan a la perfección de los cambios de temperatura en las Tierras Altas de Escocia.

El puñado de dormitorios en el piso de arriba, con una paleta de colores sumamente relajante, y unos pocos más, que eran granjas, situados en el patio, suman ocho. En la planta baja de la casa principal hay zonas comunes cálidas perfectas para relajarse. Lundies ha conseguido el santo grial hotelero: la atmósfera de una íntima casa de campo tan privada o tan chic como dicte tu humor. Aquí no hay charlas forzadas entre huéspedes, pero tampoco silencios, y el personal está presente, pero no agobia. La comida es local y de temporada: chantarelas como monedas de oro, cangrejos que saben a un paseo matutino por la arena; en la cocina pueden verse tarros caseros de conservas de colores brillantes: ciruela damascena, vinagre de serbal, heno tostado y pícea.

Esta parte de Escocia no es muy popular: las solitarias playas de Sutherland, al norte, son de las más amplias y más sorprendentes de Europa, en los muchos paseos cerca de Lundies encontramos los munros (montañas) más septentrionales, como el Ben Hope, y en la línea de costa no hay nada más que cardos y turba que bajan directamente a las dunas.

Lundies refleja toda esa magia: hay una piscina natural en un riachuelo del jardín en el que puedes bañarte, un luminoso y pequeño comedor cuyas paredes pintó a mano un artista botánico y, cuando encienden las velas, es impresionante, sobre todo si te sientas junto a la enorme hoguera del patio al atardecer (desde 521€). –Antonia Quirke

Hacienda San Rafael, Sevilla.Hacienda San Rafael

HACIENDA SAN RAFAEL (LAS CABEZAS DE SAN JUAN, ESPAÑA)

En viejas fotos en blanco y negro, la Hacienda de San Rafael aparece solitaria, un cortijo anónimo entre campos de algodón y trigo en el corazón de la Andalucía agrícola. Son imágenes muy anteriores a la llegada de Kuky Mora-Figueroa, que heredó la propiedad y, junto a su marido, Tim Reid, decidió dar una nueva vida a esta casa del s. XVIII. En 1992 abrió por primera vez como hotel y, tres décadas más tarde, ha crecido y madurado, incorporando coloridos jardines, pasando de 11 a 20 habitaciones, más tres casitas independientes y una villa con piscina. Aunque Kuky y Tim ya han pasado el testigo a sus hijos, Anthony y Patrick, su estilo aún define el lugar, y su colección de antigüedades y recuerdos de viaje decora los interiores. La primera impresión es de un hotel clásico y aristocrático, con una característica fachada amarilla y blanca. Pese a este aire de seriedad, se recibe a los huéspedes como a amigos de toda la vida. El lugar invita a acurrucarse con un libro junto a una de las cuatro piscinas o a echar una siesta en el jardín, pero Sevilla y Jerez quedan cerca y hay una gran variedad de experiencias: rutas a caballo, senderismo, observación de aves o catas de jerez en las mejores bodegas de la región. Pocos placeres igualan al de una copa de manzanilla fría bajo un árbol de jacaranda, mientras el sol de la dehesa andaluza se pone tranquilo en el horizonte (desde 1.493€). –Pamela Goodman

Porto Zante Villas & Spa, Grecia.Porto Zante

PORTO ZANTE VILLAS & SPA (ZANTE, GRECIA)

Se graban en la memoria los escalones que conducen a su spa: tan misteriosos, incrustados en la ladera y rodeados de frondosidad. Sus villas de diseño son enormes, con piscina climatizada y concierge privado. ¿Quieres comer el menú japoasiático de Maya pero en Club House para escuchar al pianista? Sin problema. ¿Necesitas un rato sin niños pero se niegan a ir al kids club? Los distraerán en un pispás. ¿Te apetece explorar los pueblos vecinos? Se puede organizar un itinerario en el mismo día y adaptarlo al 4x4 o al yate. No sorprende que vengan presidentes y celebrities (desde 3.200€). –Becky Lucas

Il Sereno, Lago di Como.Il Sereno

IL SERENO (LAGO DI COMO, ITALIA)

Cuando se inauguró hace unos años en Torno causó furor: era el primer hotel en la zona del Lago di Como diseñado por una arquitecta de fama mundial, y Patricia Urquiola, arquitecta estrella española, hizo un trabajo magnífico. El jardín, con 1893 variedades de plantas, crea un bello paisaje floral en armonía con el medio ambiente. Hasta la infinity pool climatizada de cuarcita brasileña es una con el lago. Desde el interior del hotel es habitual vislumbrar las aguas del también llamado lago Lario, parte icónica de la cultura italiana y escenario de la novela Los novios, de Alessandro Manzoni, en la que los amantes Renzo y Lucía consiguen reencontrarse al fin y casarse. El lobby de Il Sereno es elegante, delicado y agradable, con lo mejor del diseño italiano (Cassina, Moroso y B&B Italia), igual que las 40 habitaciones, todas con vistas, y el exquisito jardín vertical de Patrick Blanc. La comida sencilla y deliciosa (una estrella Michelin) es cortesía de Raffaele Lenzi y utiliza pescado de agua dulce y verduras de la zona. Y si toda esta belleza contemporánea no te parece suficiente, aún queda la lancha motora de madera, una hermosa Riva lista para llevarte a dar una vuelta por el lago o por Villa Pliniana, un palacio del siglo XVI con otras 17 habitaciones: el entorno ideal en el que escuchar la música del precioso piano de cola mientras contemplas la calma del Lago di Como (desde 950€). –Maddalena Fossati

Domaine des Etangs, Massignac, Francia. Domaine des Etangs

DOMAINE DES ETANGS (CHARENTE, FRANCIA)

Parte de Auberge Resorts Collection, te propone como escenario de su art de vivre las torretas de un château del s. XIII reflejadas en un lago y rodeadas por más de 1.000 ha de bosques. En el edificio principal se despliegan siete suites con diseño de Isabelle Stanislas, llenas de muebles modernos y antiguos. Aquí el arte es un asunto serio: su galería La Laiterie exhibe un Yves Klein, y la finca acoge obras de Olafur Eliasson e ilustraciones de Hergé. En el desayuno, crêpes y fruta del mercado, y el menú del restaurante Dyades ensalza las hierbas, las flores, la fruta y la verdura del huerto. Hay un parque de juegos y tirolina, cancha de tenis y un ático lleno de juegos para los pequeños. Podrás remar por el lago y hacer pícnic (desde 221€). –L.B.

Poseidonion Gran Hotel, Grecia.Poseidonion

POSEIDONION GRAND HOTEL (SPETSES, GRECIA)

Si miras en dirección a Spetses desde Porto Jeli, lo primero que ves al otro lado del agua es el Poseidonion, que sobresale de la costa como una inmaculada y colosal tarta. En el momento de su apertura en 1914, era el primer hotel de los Balcanes con agua caliente, y se construyó con acero de Alemania, madera de Rumanía y piedra caliza de Bulgaria: solo lo mejor de lo mejor, costara lo que costara. Después vinieron años de decadencia, con historias de baños que se hundían tres pisos hasta el lobby, pero ahora, totalmente restaurado y ampliado por su propietario, Emmanuel Vordonis, vuelve a ser un establecimiento inmensamente glamouroso e internacional. Transmite un aire rico, adorado y eduardiano, alejándose del clásico estilo de la Costa Azul para sumergirse en las delicias de las islas griegas; tiene habitaciones con vistas al mar y vistas al jardín, suites con piscina, royal suites y una “habitación de la torre”, todo en una clásica paleta de colores pálidos que refleja la luz de la isla hasta hacerte sospechar, de cuando en cuando, que estás suspendido en el aire, de alguna forma. El producto marinos es excelente, y cenar en la terraza al aire libre te permite sentir la electricidad, la calidez de la comunidad y el humor de esta isla tan especial (desde 188€). –Antonia Quirke

Badrutt's Palace Hotel, St. Moritz.Badrutt's

BADRUTT’S PALACE (ST MORITZ, SUIZA)

Pocos lugares hay tan emblemáticos como este. Ubicado a casi 2.000 metros de altura, con los Alpes suizos como escenario, lleva más de un siglo siendo lugar de referencia. El hotel se inauguró en 1896 y mantiene su magnífico palacio donde los huéspedes no echarán en falta nada. Con 11 restaurantes, dos bares, la discoteca más antigua de Suiza, un spa y varias tiendas, Badrutt’s Palace es puro glamour alpino, un cuento de hadas entre montañas, rodeado de infinitos parajes donde practicar deportes de invierno, senderismo, trekking y hasta nadar en un lago (desde 1.704€). –Betsy Blumenthal

Cashel Palace, Irlanda.Katie Quinn

CASHEL PALACE HOTEL (CASHEL, IRLANDA)

Esta construcción palladiana de ladrillo rojo se encuentra junto a la imponente Roca de Cashel, uno de los lugares históricos más famosos de Irlanda, con su capilla románica, su catedral sin tejado y su torre circular. La iluminación nocturna del monumento se aprecia desde varias de las 42 habitaciones y suites. En el vestíbulo, el aroma de la leña, procedente de una chimenea de mármol de Kilkenny, te recibe junto a paredes repletas de obras de arte, algunas de artistas irlandeses como Lavery, Jack B. Yeats y Orpen. La mayoría son copias de la colección privada de los dueños, pero hay algún original. En las habitaciones predominan las telas con estampados variados. El elegante spa queda junto a unos jardines en los que verás una morera centenaria plantada en honor a la coronación de la reina Ana. El desayuno y el almuerzo, se elaboran con productos locales, y el restaurante, The Bishop’s Buttery, elige ingredientes procedentes de Tipperary, como la pasta rellena del queso Shepherd’s Store o las manzanas con caramelo y calvados (desde 349€). –Grainne McBride

Union Øye, en los valles alpinos de Sunnmøre y a un paseo del fiordo de Hjørundfjorden.Hotel Union Øye

UNION ØYE (SUNNØMRE, NORUEGA)

Refugio de reyes, escritores y grandes exploradores, este hotel solo podía nacer aislado del mundo. Ubicado en el remoto pueblo noruego de Øye, entre imponentes montañas nevadas y fiordos, pisar sus suelos de madera es emprender un viaje en el tiempo. Concretamente al siglo XIX, momento en que se inaugura este icono escandinavo. En una casita que parece de cuento, con un precioso techo decorativo en forma de escamas de pez y celosías, esperan algo menos de una treintena de habitaciones. Sus puertas recuerdan a algunos huéspedes ilustres como Arthur Conan Doyle, el káiser Guillermo II y Coco Chanel. Tal es la historia del lugar que tiene hasta su propio fantasma. Te hablarán de ella al calor de la chimenea y junto al piano del comedor, que ameniza cada tarde la velada. Déjate guiar por las actividades que ofrecen, pues la familia Flakk posee 62º Nord, una empresa experta en experiencias sofisticadas en Noruega. Practicar kayak en el fiordo o pasear con raquetas de nieve quedará para siempre en tu memoria. Además, está relativamente cerca del fiordo de Geiranger (desde 235€). –Cynthia Martín

El Fenn, Marrakech.Kasia Gatkowska

África y Oriente Medio

EL FENN (MARRAKECH, MARRUECOS)

Cuando abrió hace dos décadas ya causó sensación. Sus coloridas buganvillas, su azotea de ambiente festivo y su estética ecléctica se integraron en la ciudad a la vez que redefinían su estética. Como ocurre con los mejores hoteles, ha ido cambiando y expandiéndose con el tiempo: una de las dueñas, Vanessa Branson, también fundadora de Marrakech Biennale, ha ido comprando los riads cercanos para crear un maravilloso laberinto de 13 edificios conectados entre sí con tres piscinas y 41 habitaciones en tonos rosados, mostaza y amarillo intenso. La mayor parte de la decoración es obra de artesanos locales y su moderna escalera de caracol, que conecta la planta baja con la azotea, es un monumento al Marrakech actual (desde 500€). –Chloe Sachdev

Lolebezi, Zambia.Lolebezi

LOLEBEZI (PARQUE NACIONAL DEL BAJO ZAMBEZE, ZAMBIA)

El empresario dubaití Irfaan Yousuf, lo adquirió para su mujer, Shahida, una amante de la naturaleza, y para su hijo Lole, del que recibió el nombre. Está rodeado de fauna salvaje, que se puede avistar desde kayaks, cruceros, rutas a pie o en coche. Las seis suites tienen el ambiente de un hotel de lujo contemporáneo. En el diseño destacan las curvas y las instalaciones artísticas con elementos naturales, los techos de junco trenzado sobre mármol italiano. La cocina es imaginativa y los ingredientes frescos: un día puede haber zumos con baobab y espirulina por la mañana, tapas veganas para comer y un festín de tandoori a la hora de cenar. Además, su spa de Africology y Healing Earth, cerca del cual a veces pasean leones, su gimnasio con paredes de cristal, y su bar de cócteles con butacas de terciopelo hacen de este lugar el más glamuroso de Zambia (desde 6.400€). –Lisa Grainger

Miavana Time + Tide, Madagascar.Time + Tide

MIAVANA BY TIME + TIDE (ARCHIPIÉLAGO DE LEVENS, MADAGASCAR)

Cuando visitas Miavana, un refugio en una isla privada frente a la costa noreste de Madagascar, no puedes dejar de preguntarte cómo lo hacen. Los extensos menús de comida y bebida del restaurante serían impresionantes si tuviera al proveedor en la acera de enfrente, pero, dado que no es raro necesitar dos vuelos y un trayecto en helicóptero para llegar a este punto del remoto archipiélago de Levens, el puzle logístico se convierte en algo abrumador. El precio es acorde a estas dificultades (más de 3.000€ por noche sin despeinarnos), pero a cambio te alojas en una enorme y relajada villa frente a la playa con un desenfadado diseño estilo Bauhaus de bambú y arenisca, suavizado con toques de cobre y turquesa. También tienes una piscina privada, por supuesto, y una playa rodeada de palmeras con una arena tan fina y blanca como el azúcar justo en la puerta.

Los mayordomos procuran desayunos junto a la piscina, cocos frescos y tratamientos de spa a domicilio al instante, y también te ayudan a organizar safaris en helicóptero a los poco visitados bosques de baobabs y formaciones rocosas de aspecto alienígena en el continente y su posterior picnic. Pero, más allá de estas extravagancias, lo que de verdad te cala son las cosas que no tienen precio: cruzar miradas con un camaleón que cruza la jungla con paso saltarín; que los guías expertos te señalen especies de pájaros y lagartos que solo puedes encontrar aquí; y, si tienes suerte, avistar ballenas jorobadas desde el helicóptero antes incluso de hacer el check-in. Las mejores cosas de la vida serán gratis, pero Miavana le añade un toque de magia que no tiene precio (desde 2.750€). –C.S.

Çiragan Palace Kempinski, Estambul.Kempinski

ÇIRAGAN PALACE KEMPINSKI (ESTAMBUL, TURQUÍA)

Construido por un sultán del siglo XVII, es un palacio imperial de la era otomana con vistas al Bósforo: recorre sus pasillos laberínticos para descubrir las habitaciones que albergan camas con dosel, sillones de terciopelo, baños de mármol y papel de pared pintado. Aquí hay cenas de lujo junto al río en Tuğra, un arco otomano centenario y un hamán original escondido tras una gran puerta de madera, mármol de techo a suelo y grabados ornamentales. El hotel también acogió procesos parlamentarios, cortes reales y concursos de belleza, y hasta sirvió como campo para el equipo de fútbol Beşiktaş (desde 505€).Lale Arikoglu

Dar Ahlam, Marruecos.Dar Ahlam

DAR AHLAM (UARRZAZATE, MARRUECOS)

Dar Ahlam se traduce del árabe como ‘Casa de los sueños’, concepto que Thierry Teyssier hizo realidad hace 20 años en una kasbah de 200 años de antigüedad. Una decena de habitaciones esperan dentro de esta casa color champagne, a las que se suman amplias suites junto a los jardines de Louis Benech, diseñador del Jardín de las Tullerías en París. El pasado de actor y organizador de eventos de Teyssier se percibe en que rehuye la hospitalidad clásica. No hay ni recepción, bar ni restaurante, pero sí comidas personalizadas en rincones inesperados. El ritmo narrativo de Dar Ahlam es como una coreografía. Imagina cenas secretas en tiendas de campaña bereberes o pergaminos escritos a mano antes de dormir. Podrás explorar el Sáhara en 4x4 o planear un pícnic (desde 1.350€). –Juliet Kinsman

Londolozi Varty Camp, Sudáfrica.Elsa Young

LONDOLOZI VARTY CAMP (KRUGER PARK, SUDÁFRICA)

Londolozi es ese lugar con el que todos hemos fantaseado alguna vez: cinco campamentos de safari con techo de hierba en tonos marrón y beige, en un antiguo bosque ribereño junto a cascadas y enredaderas. Ha estado casi un siglo bajo la dirección de la familia Varty, que también era su propietaria. La palabra ‘londolozi’ viene de la lengua zulú y significa ‘protector de todas las cosas vivas’. Nelson Mandela, que se recuperó de su paso por prisión en el campamento familiar de la isla Robben, lo describió como “un sueño que atesoro como modelo de conservación natural en nuestro país”.

El campamento se parece a las casas de estilo africano, capa tras capa de arcilla natural y textiles color caqui y arena. Cada uno tiene un lobby comunitario al aire libre con piscinas y habitaciones y suites anejas. Todas tienen vistas a la vegetación o el río, algunas se fusionan con árboles antiguos, y otras están flanqueadas de rocas de granito. Desde picoteos matutinos antes de montar en el jeep hasta opíparas cenas, su comida es fantástica. La familia Varty ha sido punta de lanza para la tendencia del wellness emocional en África y ofrece retiros de bienestar de varios días que incluyen senderismo en silencio y sesiones de coaching. Su vocación es restaurar la vida de la zona: con una filosofía jovial y familiar y una increíble fauna salvaje (tienes casi garantizado ver todo tipo de criaturas), en definitiva uno de los mejores alojamientos de safari del mundo (desde 975€). –Chloe Sachdev

Singita Sasakwa Lodge, Tanzania.Singita

SINGITA SASAKWA LODGE (RESERVA SINGITA GRUMETI, TANZANIA)

Con el estilo de una casa señorial eduardiana de piedra, solo que con vistas al Serengeti, abrió en 2007 con la calidad por bandera. Sus antigüedades, lámparas de araña, comodísimos sillones, alfombras persas y artesanía africanos son idea de Cécile & Boyd, aclamados interioristas de Ciudad del Cabo. Desde la piscina hay unas vistas panorámicas espectaculares de la reserva Grumeti, una extensión de más de 140.000 hectáreas junto al Serengeti por la que pasan migraciones de animales hacia el Masái Mara de Kenia.

Los pájaros revolotean junto a las galerías que rodean el hotel, las terrazas a la sombra de los árboles son ideales para largos desayunos, pero también hay salas de estar acogedoras en las que disfrutar de un vino y bañeras exteriores para relajarse a la luz de las velas. Por no hablar de la fauna: desde que Luke Bailes inauguró Singita en 1993 en su granja familiar en Sudáfrica, su misión ha sido proteger la vida salvaje africana y ayudar al desarrollo de las comunidades locales. En Tanzania, en parte gracias a la fundación Grumeti, del filántropo estadounidense Paul Tudor Jones, la reserva acoge a animales de todo tipo, desde grandes felinos hasta diminutas aves. Dado que solo hay cinco campamentos en toda la reserva, aunque llegará un sexto en 2024, las experiencias de safari aún dan esa sensación de exclusividad y privacidad. Querrás volver una y otra vez (desde 2.700€).Lisa Grainger

Bab Al Shams, Dubái.Natelee Cocks

BAB AL SHAMS (DUBÁI, EAU)

Bab Al Shams se revela poco a poco, desde su exterior de arenisca, una auténtica oda a los fuertes tradicionales de Emiratos Árabes Unidos, que asoma entre altas palmeras y las formas suaves de las dunas. En una ciudad que tiende con tanta frecuencia a los excesos, este clásico resort en el desierto, cerca de Dubái, conserva una magia discreta y contenida. La piscina contrasta con la enorme extensión de arena como dos elementos opuestos encontrándose. Pero no es el único atractivo: el silencio absoluto que impera en todo el lugar no se queda atrás.

Tras diez meses de extensa y concienzuda renovación en la que no se ha reparado en gastos, el Bab Al Shams es la primera propiedad de la colección Rare Finds Hotels & Resorts, del grupo hotelero Kerzner, conocido por hoteles como Atlantis o One&Only. El exterior apenas ha cambiado, y sus imponentes muros, sus arcos y demás detalles arquitectónicos de formas geométricas siguen fieles a la estética tradicional del país. Son sus interiores los que se han transformado por completo. El vestíbulo, que en su día fue un espacio de iluminación tenue, ahora es diáfano y luminoso. En las habitaciones, los guiños a lo tradicional llegan a través de espejos con detalles nacarados, tiradores cobrizos en los armarios y rinconcitos con asientos bajos. Los toques verdeazulados aparecen aquí y allá, desde los cabeceros hasta los azulejos de los baños. Sin llegar a ser pretencioso, al hotel no le falta espectáculo.

En el restaurante tradicional podrás degustar platos árabes tradicionales, como el biryani de pollo o salona laham de cordero. También se puede optar por cenas más tranquilas en Zala, de inspiración mediterránea, o en el restaurante asiático Anwā, desde donde se ven unos atardeceres increíbles. En el nuevo spa, con hammams de mármol Cipollino Nuvolato, se ofrecen tratamientos con productos de De L’Arta, una firma de cosméticos local que emplea como ingrediente la tetraena qatarensis, un arbusto que abunda en los alrededores.

También hay safaris por la reserva del desierto de Al Marmoom, donde camellos, órix árabes y gacelas pastan entre dunas. A veces también se pueden observar flamencos descansando durante sus migraciones, además de otras aves como la colorida carraca india, que revolotea entre árboles de ghaf, entre cuyas raíces se esconden los huidizos lagartos. Un recordatorio, al igual que el propio Bab Al Shams, de toda la belleza que esconden los Emiratos y el desierto, muy obvia para quien se para a apreciarla (desde 475€). –Selina Denman

Asia

Rosewood Hong Kong, China.Durston Saylor

ROSEWOOD HONG KONG (HONG KONG, CHINA)

De los opulentos interiores, del refinado Tony Chi, a las arrebatadoras vistas de Victoria Harbour, el hotel insignia de Rosewood es la representación de una ciudad que resurge. En un Victoria Dockside renovado, es una puerta de entrada al nuevo epicentro cultural de Hong Kong, coronado por el distrito de West Kowloon. ‘Finca vertical’ de 413 habitaciones, lo pone todo de su parte para que no te apetezca salir de la habitación: si lo consigues, encontrarás doce restaurantes, entre los que se incluye Chaat, un peso pesado de la comida india con estrella Michelin. Otra buena opción es retirarte al acogedor refugio del Manor Club, o unirte a los lugareños en Darkside, el sensual bar de jazz de Rosewood (desde 872€).Arati Menon

Mandapa, a Ritz-Carlton Reserve, Bali.Marriott

MANDAPA, A RITZ-CARLTON RESERVE, BALI, INDONESIA

Cuando el grupo hotelero Ritz-Carlton compró una zona de tierra silvestre hace más de diez años, se hizo con el doble de terreno necesario para añadir otra joya a la corona de la hospitalidad balinesa. El resultado es un amplio hotel que se extiende por diez hectáreas, rodeado de frondosas selvas pluviales y arrozales que se extienden por las laderas. Las luminosas libélulas pasan zumbando, las mariposas agitan sus alas caleidoscópicas y en la lejanía croan las ranas: más que interferir en el entorno, la propiedad lo ensalza. Olvídate de las habitaciones, aquí hay 60 suites y villas con distintos tamaños, que van desde lo sustancial a lo palaciego.

Las bañeras para dos están forradas de ratán y perfumadas con sales de caña de ámbar, los amplios balcones ofrecen vistas panorámicas del ocaso en el valle y las villas vienen equipadas con infinity pool. Aquí el día empieza con un desayuno a base de frutas coloridas y un café javanés bien caliente, y la cena se sirve en el nipón Ambar Ubud Bar y en Kubu at Mandapa, donde Eka Sunarya conquista a los comensales con menús degustación de ocho o diez platos que utilizan todo lo que el terreno puede ofrecer. Las familias son bienvenidas y en el kids’s club los niños son los reyes, donde dan prioridad a las actividades al aire libre por encima de las distracciones tecnológicas. Y menos mal, porque dejar pasar los tratamientos del spa junto al río sería prácticamente un crimen (desde 1.103€). –Lee Cobaj

Song Saa, Camboya.Alexander Shalamov

SONG SAA PRIVATE ISLAND (KOH RONG, CAMBOYA)

Song Saa es una fantasía tropical de senderos de madera sobre pilotes que serpentean hacia villas sobre el agua y piscinas privadas en la espesa jungla. En el desayuno, bancos de plateados peces brillan como joyas bajo los pies. Y cuando el sol calienta, delgadas palmeras arrojan su sombra sobre una arena tan blanca como el talco en una acogedora bahía salpicada de tumbonas. Un corto trayecto en barco conecta con Koh Rong, la isla más grande del archipiélago, donde disfrutar de aldeas, granjas de cocos y templos budistas. The Song Saa Foundation, que estableció la primera reserva marina protegida del país, tiene la misión de protegerla a través de proyectos comunitarios y una huella ambiental mínima que le valieron el B Corp en 2023 (desde 1.424€). –C. S.

The Mitsui Kyoto.Marriott

HOTEL THE MITSUI KYOTO, A LUXURY COLLECTION HOTEL & SPA (KIOTO, JAPÓN)

Es atrevido abrir una propiedad centrada en el diseño en una ciudad que ha sido la capital cultural de Japón desde hace 11 siglos y ha creado su identidad actual sobre los cimientos del pasado. Y es aún más atrevido usar madera clara, ventanales de (altísimo) techo a suelo y muebles contemporáneos a medida en el lugar en el que la familia Mitsui, uno de los nombres más importantes de la industria japonesa, tuvo su residencia entre el siglo XVII y la Segunda Guerra Mundial. Pero una vez que escuchas el final de la historia (cómo en 2015 el grupo Mitsui pudo volver a comprar ese amado terreno con vistas al castillo de Nijō, del siglo XVII), todo cobra sentido.

Si bien las 161 habitaciones diseñadas por André Fu y los espacios públicos exhiben elementos de diseño moderno, el pasado está presente en toda la propiedad: en el portón de madera de 300 años que señalaba los límites de la hacienda Mitsui original, en la hermosa reinterpretación de los antiguos jardines perfectos para pasear, pero también en detalles más sutiles, como la larga pasarela flanqueada por arcos de madera clara –un eco de las vibrantes puertas torii rojas del famoso templo Fushimi Inari de Kioto– o la ondulante escultura de cerámica que imita los pliegues de un kimono. Si bien el relato es fascinante, son los toques prácticos a la vez que llenos de mimo (los pijamas pulcramente plegados que aparecen al atardecer o el amplio onsen subterráneo) los que definen este refugio que parece más que preparado para el siguiente capítulo en su historia (desde 941€). –Rebecca Misner

Josun Palace, Seúl.Marriott

JOSUN PALACE, A LUXURY COLLECTION HOTEL (SEÚL, COREA DEL SUR)

Hace unos meses que en TikTok triunfa una estética oscura, romántica y retro, inspirada en la película de Wong Kar-wai Deseando amar. Un influencer podría hacerse viral con toda facilidad aprovechando esta tendencia para grabar en el Josun Palace. A diferencia de la película, ambientada en Hong Kong en los sesenta y rodada en el 2000, se encuentra en Seúl, en una torre de 36 plantas de Gangnam, y abrió hace tan solo unos años, pero el hotel tiene la misma energía estilizada, cinematográfica y glamurosa. Al moverse por sus interiores verdes y dorados de estilo coreano e inspiración mid-century modern, contemplando las increíbles vistas de la ciudad, no cuesta imaginarse en medio de una historia de cine negro y amores imposibles o en una enrevesada trama de intriga internacional.

Los rapidísimos ascensores suben a los huéspedes hasta la recepción en la planta 25, donde el amabilísimo personal del hotel siempre está listo para responder preguntas y atender necesidades. Desde las habitaciones, decoradas con excelente gusto y con baños maravillosos, las vistas de la ciudad son increíbles, y la nueva Lotte World Tower se aprecia en el horizonte desde las orientadas hacia el este.

Los desayunos buffet en los hoteles de lujo asiáticos siempre son excelentes, pero este, en el diáfano restaurante internacional Constans, con su decoración de inspiración art déco y vistas panorámicas, es especialmente asombroso, y tiene opciones típicas coreanas, inglesas y estadounidenses. El 1914 Lounge & Bar, cuyo nombre viene del año en el que abrió la primera propiedad de Josun en Seúl, también es encantador. El menú, inspirado en los grandes momentos de la historia del hotel, tiene una buena variedad de cócteles y aperitivos ligeros.

Pero el lugar en el que ese aire de película intensa y romántica está más presente es Eatanic Garden, el moderno restaurante coreano de una estrella Michelin. El chef Son Jong-won hace desfilar una tras otra sus fascinantes sorpresas culinarias, como la infusión de cebada servida en una tetera rodeada de flores o la tríada de aperitivos originalmente dispuesta sobre pedestales de colores. Cada plato viene con una tarjeta explicativa para poder apreciar en su totalidad la historia, ingredientes y armonía de la cocina coreana, de la misma forma que un jardín botánico destacaría las propiedades de las plantas. Terminar de cenar en este lugar es como llegar al final de un viaje, y despedirse del hotel al acabar la visita es como ver aparecer los créditos finales, cerrando un maravilloso viaje a Seúl (desde 332€). –Jesse Ashlock

Bawah Reserve, Indonesia.Bawah

BAWAH RESERVE (ISLAS ANAMBAS, INDONESIA)

Bawah es la más grande de las seis islas de este pequeño archipiélago: tiene 36 suites, villas y lodges, restaurantes y bares, caminos de senderismo por un bosque primigenio, masajes al aire libre, una cancha de tenis de hierba inmaculada, spas en la naturaleza y una boutique. Cuando el magnate de los cargueros asentado en Singapur Tim Hartnoll estaba de vacaciones en el mar, echó el ancla en esta zona para descubrir estas islas rocosas y sus recónditas albuferas, y así empezó el viaje para crear este remoto resort. Las villas están sobre el agua, algunas frente a la playa o en el bosque de atrás; hay escaleras de piedra que conducen al mar, donde el agua está tan prístina que puedes ver a la fauna marina sin necesidad de ponerte gafas de buceo. Los cócteles al atardecer son tan maravillosos como cabría esperar: puedes elegir entre The Grouper, un desenfadado bar junto a la piscina, y Jules Verne, en lo alto de la colina.

Puedes cenar en Tree Tops, entre las copas de los árboles, o en la playa en The Boat House, aunque los huéspedes también pueden optar por una cena privada en varios puntos de las islas. Los spas ofrecen masajes diarios (incluidos en el precio de la estancia), así como mascarillas, exfoliantes, compresas y body wraps tradicionales con ingredientes locales como el café, el cacao y la miel natural. La propiedad se ubica en las islas Anambas, a 80 minutos en avión desde Batam, una isla indonesia a la que se puede llegar en lancha motora desde Singapur. Dado que muchas de las más de 17.000 islas de Indonesia han sufrido el azote del desarrollo urbanístico descontrolado,las plantaciones de aceite de palma, los desechos plásticos y la contaminación del agua, el intenso programa medioambiental de este resort resulta aún más crucial en comparación. Si buscas unas credenciales ecológicas inmaculadas y esa sensación de haber viajado a otro mundo, no hay lugar como Bawah (desde 1.998€). –Michelle Jana Chan

Mandarin Oriental, Tokio.Mandarin Oriental

MANDARIN ORIENTAL TOKYO (TOKIO, JAPÓN)

El lobby del piso 38, en la Nihonbashi Mitsui Tower, ofrece unas vistas imponentes de la ciudad. En las habitaciones, de la categoría que sean, las vistas también son parte crucial de tu retiro entre las nubes, con el frenético distrito financiero a los pies y, en días despejados, el brillo del monte Fuji en la distancia. La comodidad es primordial: las sábanas tan suaves que resbalan. Hay multitud de opciones gastronómicas en la propiedad (de una pizzería a un local de comida cantonesa de lujo, pasando por un magnífico francés) y todos merecen una visita, también Sushi Shin by Miyakawa, con su barra en forma de L con nueve asientos, fabricada con un ciprés de 350 años de antigüedad. Si sales de la propiedad verás que tienes a la vuelta de la esquina populares tiendas de kimonos y centros comerciales, además estás a un paseo de Ginza (desde 669€). –Keith Flanagan

The Peninsula ShanghaiPeninsula Hotels

THE PENINSULA SHANGHAI (SHANGHÁI, CHINA)

Este emblemático edificio art déco ubicado en el corazón de la ciudad más fascinante de China es la encarnación de Shanghái: una fusión de lo oriental y lo occidental, de lo antiguo y lo nuevo. El estilo de las habitaciones se podría resumir como “lujo silencioso”. Si puedes elegir, recomendamos buscar las mejores vistas posibles de los rascacielos de Pudong, al otro lado del río, que se iluminan de noche e irradian esa energía tan propia de la China moderna. Su restaurante cantonés Yi Long Court (estrella Michelin) tiene fama de ser el mejor de la ciudad. En la planta 14 se encuentra Sir Elly’s Terrace, que ofrece una de las mejores vistas que se pueden encontrar en los rooftop bars de la zona. Y es que este hotel tiene una ubicación inmejorable en la orilla este del río Huangpu, en una de las zonas más fascinantes y frenéticas del mundo. Es Shanghái en estado puro, y un hotel de la altura de la firma Peninsula no podría estar en ningún otro lugar (desde 372€). –Steve King

The Siam, Bangkok.Michael Paul

THE SIAM HOTEL (BANGKOK, TAILANDIA)

Comparado con gran parte de su competencia, este icono de Bangkok no tiene una ubicación demasiado conveniente: para disfrutar de unas vistas de postal hace falta un trayecto en barco, y la mayoría de mesas de lujo están a más de media hora en taxi. Pero en mi opinión, y en la de las legiones de fans leales de esta obra de arte monocroma del gurú hotelero Bill Bensley, ahí está la gracia. Encaramado a una frondosa ribera en el tranquilo distrito de Dusit, The Siam es como un portal a una Bangkok ya extinta: aunque abrió hace una década, es fácil imaginárselo como el parque de juegos de los peces gordos de tiempos pasados, la jet set de mediados del siglo pasado cuyos recuerdos (pósteres vintage de Pan Am, baúles de viaje desgastados y cerámica picada) adornan los pasillos con suelo de mármol.

Me costaría recomendar un local para comer más encantador que el restaurante thai del hotel, ubicado entre las columnas ajadas por el tiempo de tres antiguas casas de teca, donde mayordomos ataviados con elegantes sarongs negros nos obsequian con esa clásica hospitalidad tailandesa (musicales saludos de “sawadee ka” y orquídeas frescas en las mesas) que cada vez cuesta más encontrar. Pero esto no quiere decir que el hotel sea anticuado, ¡si hay un estudio de tatuajes en el spa!

La renovación continua mantiene el aire fresco de las suites y las villas con piscina privada, y con la inauguración de una boutique de accesorios para el hogar Jim Thompson en la casa de madera que el ilustre magnate de la seda ayudó a procurar para los propietarios anteriores, parece que se cierra un ciclo. El panorama de los hoteles de cinco estrellas en la capital tailandesa es más lujoso cada año, pero nada puede compararse a esta belleza atemporal (desde 554€). –Chris Schalkx

The Leela Palace, Chennai.The Leela

THE LEELA PALACE (CHENNAI, INDIA)

The Leela Palace Chennai, uno de los primeros “palacios” del Grupo Leela, es perfecto por muchas razones. Para empezar, da en el clavo con la ubicación, pues ocupa 20.000 metros cuadrados del corazón de la ciudad y en primera línea de playa. El hotel está próximo a destinos de negocios y de ocio, pero también ofrece la sensación de escapada balnearia. Los diseñadores han aprovechado al máximo el entorno y previsto un importante número de habitaciones con vistas al mar. Los restaurantes China XO y Jamavar –el primero sirve comida cantonesa y el segundo platos del norte y sur de la India– están entre los mejores de Chennai. Incluso si el dorado no es tu color y el exceso de opulencia no es tu estilo, te encantará el atento servicio de mayordomo que me ha hecho regresar una y otra vez (desde 152€). –Prasad Ramamurthy

Lunuganga, Sri Lanka.Lunuganga

LUNUGANGA (BENTOTA, SRI LANKA)

La casa en la jungla del fallecido arquitecto Geoffrey Bawa vuelve con renovado esplendor. Si bien esta propiedad –que parece de otro mundo– en la costa suroeste de Sri Lanka sigue estando repleta de historia, ahora adopta comodidades modernas gracias a la colección local Teardrop Hotels (artífices de Fort Bazaar en Galle Fort), que administra la propiedad junto a Geoffrey Bawa Trust. El minucioso trabajo de quien es considerado padre del modernismo tropical brilla en cada rincón, casi tal como lo dejó. Bawa pasó 50 años imaginando este país de las maravillas, originalmente una plantación de caucho abandonada, creando sus espacios interiores y exteriores y amueblándolos con antigüedades burguesas y objetos de sus viajes. La joya de la corona es el espectacular jardín, con arrozales color esmeralda junto a estanques con forma de mariposa y macetas Ming cubiertas de musgo sobre céspedes bien cuidados.

Distribuidas por la casa y el jardín, las 10 espaciosas habitaciones son únicas y sublimes: una es un pabellón con paredes de vidrio enmarcado por árboles, otra es un antiguo establo convertido en galería. El toque Midas de Teardrop se extiende a la cocina, combinando platos de Sri Lanka con platos internacionales elaborados con productos locales: tolvas de huevo para el desayuno, pescado a la parrilla para el almuerzo y curry de pescado con coco y mostaza para la cena. Hay un restaurante con terraza, pero el lugar preferido para almorzar de Bawa era bajo un árbol de yaca, con una campana de templo recuperada colgando arriba. Después de abrir la villa de tres dormitorios de la artista de batik Ena de Silva (otro triunfo de Bawa) en el borde de la finca, Geoffrey Bawa Trust agregó una piscina en la cima de una colina y abrió el dormitorio del propio arquitecto, quizás el mayor tesoro (desde 164€). –Harriet Compston

Soneva Jani, Maldivas.Soneva

SONEVA JANI (MANDADHOO, MALDIVAS)

Al borde de una laguna en el atolón Noonu, flanqueado por una playa de blanco puro, este es el segundo hogar de la marca en una isla maldiva. Un mundo de fantasía en el que niños y adultos exploran la jungla en bicicleta, se tumban en hamacas en playas vírgenes, se tiran por toboganes, chapotean entre coloridos arrecifes y miran a los delfines nadar. Las villas sobre el agua tienen suelos de vidrio y piscinas con toboganes en espiral, y el fantástico Den es el kids club más grande del sur de Asia. Los caprichos adultos incluyen The Gathering, una granja sobre el agua con restaurantes, una biblioteca y una bodega. Aquí comer es un asunto serio, ya sea en el local sin carne del chef sueco Mathias Dahlgren, ganador de un Bocuse d’Or, en el idilio jardinero de So Local o con los chefs invitados (en 2024 estarán Tom Aikens y Jane Alty, copropietaria del icono de street food tailandesa de Londres The Begging Bowl).

El Island Spa, estilo casa del árbol, tiene salas ovaladas unidas por pasarelas flotantes. Soneva Soul es el nuevo enfoque de salud del sello, con viajes de bienestar de 3, 7 y 14 días enfocados al sueño, el detox y la prevención del envejecimiento, combinando naturopatía, ayurveda y medicina tradicional china con tratamientos de alta tecnología. Sentirse bien es la esencia de Soneva, y va mucho más allá de descalzarse al llegar (desde 3.760€). –Lydia Bell

Taj Madikeri Resort & Spa, India.Jaideep Oberoi

TAJ MADIKERI RESORT & SPA (COORRG, INDIA)

En los Ghats occidentales, Patrimonio Mundial de la Unesco, el Taj Madikeri Resort & Spa queda en un cruce de caminos entre los santuarios de fauna salvaje de Coorg. Es una de las propiedades del grupo Taj Hotels, que abrió el primer hotel de lujo del país, el Taj Mahal Palace, en Mumbai, a principios del siglo XX. No se ha talado un solo árbol para construir esta última incorporación a su portfolio. De hecho, se han trasplantado varios de otros terrenos, salvándolos así de la tala. Las 63 cabañas y villas que componen el hotel, aunque aún están por llegar varias más, están bien repartidas por el terreno, cada una de ellas rodeada de vegetación y unas vistas panorámicas impresionantes.

Hay cuatro restaurantes y un bar, y se pueden organizar cenas al aire libre en varias zonas diferentes, desde el frondoso jardín con la estatua de Buda hasta el anfiteatro iluminado por velas junto a un lago. Las cascadas de Coorg, sus regiones montañosas y sus lagos forman un paisaje increíble y completamente único. Los amaneceres son un momento verdaderamente mágico, y mientras el suave repiqueteo de la lluvia y el canto del arrenga indio resuenan por las frondas subtropicales, inmersas en una delicada neblina, comprenderás de verdad esta profunda serenidad y belleza que se encuentra en Taj Madikeri (desde 254€). –Julian Manning

Amanpuri, Tailandia.John W. McDermott

AMANPURI (PHUKET, TAILANDIA)

Lo que iba a ser en principio una casa vacacional para el gurú hotelero indonesio Adrian Zecha, acabó ampliando los planos para crear un pequeño resort boutique que abrió en 1988. Durante las décadas siguientes, Amanpuri fue un alojamiento discreto frecuentado por monarcas y supermodelos, y los retoques anuales y renovaciones regulares mantenían su apariencia nueva y reluciente (este mismo verano se ha finalizado una importante reforma). Los pabellones tan característicos del hotel, que recuerdan a templos tailandeses, se han imitado en resorts por todo el sudeste asiático, pero estos, rodeados de frondosos jardines y cocoteros, adornados con antigüedades budistas y orquídeas, siguen teniendo ese aire de autenticidad. Hace poco se renovaron los interiores de estos pabellones y se retiraron los techos bajos, revelando las vigas de madera que ocultaban, y se cambiaron las bañeras antiguas de los baños por modelos más nuevos y amplios.

Su centro de bienestar holístico, uno de los mejores del país, ofrece todo tipo de tratamientos, desde sesiones de sanación con cristales hasta chequeos médicos y tratamientos intravenosos. Pese a la fama internacional que se ha granjeado el hotel, sigue siendo muy apacible incluso en temporada alta, aunque conseguir sitio en las cabañas de la playa puede resultar complicado en ciertos momentos y más vale reservarlas (desde 1.904€). –Chris Schalkx

Como Uma Punakha, Bután.Martin Morrell

COMO UMA PUNAKHA (PUNAKHA, BUTÁN)

La marca Como se funde con esta nación emergente y ecológicamente frágil del Himalaya, focalizándose en el bienestar, la sostenibilidad, la comunidad y el vínculo con la tierra. La región de Punakha tiene el clima más agradable de Bután, y es a la fortaleza-monasterio dzong de esta zona a la que migran los monjes para escapar del crudo invierno. Este refugio rural de 11 habitaciones tiene un impacto reducido. Su serena estructura, construida como una fortaleza local, se alza en un risco sobre el río, con puertas dobles que dan a un frondoso patio. Cada dormitorio es un minirretiro con esterillas de yoga, tés y baños relajantes. Hay vistas –de techo a suelo– sobre el tranquilo y zigzagueante río Mo Chu, que fluye entre terrazas con arrozales y bosques de pinos.

La decoración es sobria y minimalista para no desviar la atención del lienzo natural y su exuberante verde. La calidez la ponen la madera y la roca, que es también la estrella de uno de los tratamientos del spa: un baño calentado con rocas de río cocidas al fuego que, al caer en el agua, se parten y liberan sus minerales curativos. La temática de los elementos continúa en el restaurante: el fuego arde en estufas de leña, telón de fondo para unos platos llenos de calidez que ensalzan el trigo sarraceno local, de pancakes y fideos a alguna de las muchas setas silvestres autóctonas (desde 555€). –Catherine Fairweather

The Ahilya Fort Heritage Hotel, India.Ahilya

AHILYA FORT (MAHESWAR, INDIA)

Ubicado en el corazón de la India, en Madhya Pradesh, este fuerte de arenisca del siglo XVIII ubicado a la orilla Del Río Narmada fue restaurado por los descendientes de la reina Ahilyabai Holkar, monarca del Imperio Maratha. Su conversión a hotel comenzó concretamente en el 2000 por iniciativa del príncipe Richard Holkar. Y se ha convertido en un lugar donde sumergirse en el lado más tranquilo y espiritual del país. Se aseguran de ello unos jardines en terrazas llenos de cantos de pájaros y vistas al río o al templo de Ganesh, con su enorme campana suspendida de un antiguo árbol de la champa. El príncipe sigue íntimamente involucrado con el hotel, diseñando y plantando los jardines e insistiendo en la sostenibilidad y el respeto –aquí hay reglas estrictas en torno a los plásticos– así como apoyando iniciativas sociales como el apoyo a la Sociedad Rehwa, que ha revivido el arte del tejido a mano Maheshwari.

Con solo 19 habitaciones, repartidas en seis edificios y entre intrincadas murallas en forma de laberinto, los tonos vivos de los saris animan la relajante paleta de blancos y tonos pastel que domina el espacio. Ya sean las cenas –thali– como las ensaladas que provienen del huerto ecológico se sirven en rincones sorprendentes del jardín: bajo un frondoso dosel de enredaderas o en la propia muralla. Y el té de la tarde se degusta a bordo de una tradicional embarcación en madera y con remos por el río. Una delicia. El siempre amable personal puede organizar excursiones mágicas, ya sean cruceros al amanecer o al atardecer como paseos a pueblos cercanos, visitas a templos y ceremonias de oración. Y cada mañana, cerca del mandapa cubierto del desayuno, once sacerdotes brahmanes realizan el antiguo Lingarchan Puja, un ritual de bendición hindú. Y este es solo uno de los muchos momentos para atesorar en Ahilya Fort (desde 341€). –Shunali Khullar Shroff

Oceanía

Silky Oaks Lodge, Australia.Arnhem Peterson

SILKY OAKS LODGE (QUEENSLAND, AUSTRALIA)

Este lugar con vistas al río Mossman en el corazón de la exuberante Daintree, la selva tropical más antigua del mundo, ha sido especial desde su inauguración en la década de 1980. Pero su renovación en 2021 por parte de Baillie Lodges, la firma australiana especializada en propiedades espectaculares en ubicaciones remotas, lo ha elevado a un nivel completamente diferente con la ayuda del equipo de diseño de Sydney, Pike Withers. Muchas de las 40 suites se asemejan a decadentes casas en los árboles de madera pulida, con bañeras de piedra en terrazas rodeadas de bosques. El alojamiento estrella es el Daintree Pavilion, de dos dormitorios y 315 m2, un refugio selvático contemporáneo con una piscina escalonada en el horizonte y una amplia terraza para capturar todas las perspectivas posibles de la selva tropical circundante, que recientemente fue devuelta a sus custodios originales, el pueblo Kuku Yalanji del este.

Aquí todo está orientado a una inmersión total en la naturaleza y la cultura, desde aprovechar los recorridos locales a pie, en los que los guías Kuku Yalanji comparten antiguas técnicas de supervivencia, hasta cenas con influencias asiáticas en Treehouse Restaurant. El Healing Waters Spa se basa en la leyenda del Mossman como una fuerza dadora de vida, lo que sublima la sensación de que todo aquí es pura conexión con la naturaleza (desde 580€). –Kendall Hill

Kokomo Private Island, Fiji.Maria Louw Photography

KOKOMO PRIVATE ISLAND RESORT (FIJI)

En la primera visita a Kokomo Private Island, un resort solo de villas en un trocito de tierra frondoso y abrupto en las aguas cristalinas llenas de arrecifes de Fiji, es habitual que el personal te pregunte cómo de bien consideras que nadas. El famoso carácter amistoso del archipiélago hace que sea fácil relajarte y ser tú mismo; tanto que no te dará vergüenza admitir que no eres muy buen nadador. Afortunadamente, en Kokomo hay cosas para todo el mundo: mientras unos acompañan a un biólogo marino residente a nadar con las mantarrayas, otros holgazanean con un café y un bol de açaí en la terraza del restaurante principal del resort, con un aire tropical a la vez que elegante; después podréis descansar en una villa frente a la playa de más de 111 metros cuadrados, leer junto a la piscina privada o echar una siesta en una hamaca colgada de dos palmeras.

A la hora feliz, la decisión más importante es elegir desde qué lugar idílico verás el atardecer en el mar hoy; están las tumbonas en el patio de la villa, claro, pero también Walker d’Plank, así llamado en honor a Lang Walker, el australiano magnate del sector inmobiliario propietario de Kokomo: un restaurante de fusión asiática casual capitaneado por la chef fiyiana Caroline Oakley y ubicado en una serie plataformas ascendentes con vistas a los bajíos rocosos y al vasto cielo del Pacífico teñido de coral y naranja. Allí, en ese ambiente paradisíaco, los mojitos de piña y albahaca conducen de forma natural a una comida de tataki de guaju, dumplings de cerdo y curry de gambas aderezado con pimientos y hierbas cultivados en la granja orgánica de 2,22 hectáreas de Kokomo.

Y todo ello (la comida deliciosa, los cuidados terrenos, el tranquilo spa, la elección de hacer mucho o nada de nada) es, por supuesto, el resultado de una cuidadosa consideración y de mucho trabajo. Pero uno de los regalos de Kokomo a sus visitantes es la sensación ininterrumpida de que todo sale sin esfuerzo, de forma natural. Y qué proeza de hospitalidad es esa, la de hacer sentir que todo va bien, que no hay nada de qué preocuparse (desde 2.200€). –Maggie Shipstead

Estados Unidos, Canadá y Caribe

Fairmont Hotel Vancouver.Leila Kwok

FAIRMONT VANCOUVER (CANADÁ)

Apodado el Castillo de la Ciudad, incluso tiene lazos con la realeza: el rey Jorge VI y la reina Isabel estuvieron entre sus primeros visitantes, y su estancia marcó la inauguración en 1939. Unos 80 años después se completó una renovación de 75 millones de dólares, y con ella llegó Fairmont Gold, un hotel dentro del hotel. Para los huéspedes que reservan aquí, el check-in se hace en su propia planta y el desayuno se sirve en salón privado. En la renovación mantuvieron gran parte de la ebanistería, molduras y chimeneas originales, lo que mantiene vivo su aire histórico. Otros toques modernos y bienvenidos son las amenities Le Labo, la cafetera Nespresso, el gimnasio con sauna 24 horas y la piscina cubierta (desde 225€). –Madison Flager

White Elephant, Massachussets.White Elephant

WHITE ELEPHANT NANTUCKET (MASSACHUSETTS, EE. UU.)

La escena hotelera de Nantucket se ha desarrollado bastante en los últimos años, con nuevos hoteles boutique como Faraway o Life House, que están llamando la atención de nuevos viajeros. Pero el hotel más querido es, sin duda, uno de los más antiguos. El White Elephant, un alojamiento histórico junto al puerto, maneja a la perfección el equilibrio entre lo moderno y el estilo chic clásico de Nueva Inglaterra. El resort de 54 habitaciones y 11 residencias, que acaba de celebrar su centenario con una renovación completa, ahora cuenta con interiores diáfanos que homenajean la tradición pesquera y cestera de la isla, además de un programa para artistas.

Sus textiles azules, aldabas con forma de cabeza de elefante, sillones de cuero y madera, y toques de mármol combinan con las vistas del océano desde la ventana. El Brant Point Grill es uno de los espacios más amplios en la isla para cenar junto al mar, ideal para desayunos con langosta y cócteles, con los veleros de fondo. Todo está a un paseo a pie o en bici del centro, con sus calles empedradas, rosales y veraneantes (desde 434€). –Shannon McMahon

Chateau Marmont, Los Ángeles.Jason Frank Rothenberg

CHATEAU MARMONT (LOS ÁNGELES, EE. UU.)

Crecí en Los Ángeles y todos conocíamos las historias del Chateau Marmont: Jim Morrison saltó del tejado durante una noche salvaje; Lindsay Lohan acumuló una cuenta de 40.000 dólares y olvidó pagarla. En una ciudad notoriamente extensa y descentralizada, el hotel es el corazón de Hollywood. Aquí eres alguien, todos lo son. Por ejemplo, gozas de prioridad para acceder al jardín del restaurante (a menos que Sofia Coppola lo reserve, lo cual hizo durante mi estancia) y, si quieres disfrutar de la piscina después de hacer el check-out, el conserje te entregará una llave de latón para acceder. Tal vez no me colgué de un candelabro en una reunión de Leo DiCaprio, pero mis amigos y yo fingimos que no vimos al comediante Fred Armisen en la mesa de al lado (desde 495€). –Megan Spurrell

Four Seasons Hotel at The Surf Club, Florida.Four Seasons

FOUR SEASONS HOTEL AT THE SURF CLUB (SURFISIDE, FLORIDA)

En el tranquilo pueblo de Surfside, entre el brillo de Miami Beach y la llamativa elegancia de Bal Harbour, Four Seasons Hotel at The Surf Club es una interpretación atemporal del glamour de la vieja escuela. Inaugurado en 2017, se inspira en el ilustre beach club de principios de los años 30 que recibió a Gary Cooper, Churchill, Frank Sinatra... La leyenda continúa con la resurrección de The Surf Club a su gloriosa arquitectura mediterránea, ahora rodeada de tres torres de cristal de doce pisos. En 72 de las 77 habitaciones y suites de las nuevas torres, los balcones de cristal se abren a interiores creados por Joseph Dirand, de diseño mid century moderno (un estilo similar permanece en los cinco Ocean Bungalows, que ocupan las antiguas cabañas playeras del arquitecto Russell T. Pancoast). Los edificios restaurados destilan vintage, desde el mostrador de recepción en mármol al restaurante y bar de champán Lido, antiguo salón de baile transformado en un local italiano frecuentado por lugareños (desde 1.800€). –Paul Rubio

Cirqa, Arequipa.Relais & Châteaux

CIRQA (AREQUIPA, PERÚ)

Hotel boutique de 11 habitaciones, está ubicado en un antiguo monasterio de 1540 (año de fundación de Arequipa), y la historia viva aparece ante los huéspedes en cada rincón. Desde la puerta de hierro de la entrada, pasando por sus salas de techos abovedados, iluminadas suavemente por la luz de las velas, hasta llegar al patio, apacible y luminoso, un pequeño refugio de la actividad frenética del centro de Arequipa. En las terrazas, mantas de alpaca cubren sillas de madera, y en el restaurante se sirven exquisitos vinos y platos locales como el cangrejo de río y el rocoto. Pero tras un día de tours artísticos y subir volcanes, nada llama tanto como la poza del patio. Como sus propiedades hermanas (Titilaka de Puno y Atemporal de Lima), es un mundo aparte (411€). –Megan Spurrell

1 Hotel Hanalei Bay, Hawai.1 Hotels

1 HOTEL HANALEI BAY (KAUAI, HAWÁI)

1 Hotel Hanalei Bay tiene todos los ingredientes necesarios para una escapada hawaiana mágica: una playa en la que puedes bañarte justo en la puerta, una zona de surf legendaria a muy poca distancia, una increíble piscina principal (y otra muy elegante solo para adultos), bares y restaurantes excelentes en la propiedad, una ciudad preciosa perfecta para explorar muy cerca y un fácil acceso a senderos excelentes. Pero lo que hace que esta propiedad destaque en un archipiélago lleno de resorts de lujo es que también es un destino de wellness, con un spa médico puntero, así como un importantísimo programa de fitness de cuerpo y mente. Las habitaciones son un estudio en colores neutros (muros color arena, techos de teca reutilizada y muebles con acentos de cuerda y junco); las plantas en maceta reposan dentro de cestas de mimbre, y en las paredes hay helechos cuerno de ciervo y cortinas de hierba seca colgadas como si fueran obras de arte.

Los muros del baño están forrados de piedra volcánica, y la historia marina de la isla se transmite de formas sutiles, en los apliques parecidos a redes de pesca o en la concha solitaria expuesta en un estante. El servicio de la propiedad es relajado pero profesional, y todos, del concierge a la persona que te ayuda a acomodarte junto a la piscina, son extremadamente amables y están encantados de contarte cuáles son sus puntos favoritos de la isla. Respecto al Bamford Wellness Spa, no es una exageración definir los tratamientos como trascendentales: cabe destacar los que incorporan plantas medicinales hawaianas como la kava y la noni, los masajes en una cama de cuarzo (es como yacer en arena caliente mientras te van quitando los nudos y las tensiones) y la flotación en el tanque de privación sensorial, donde se pierde la noción del tiempo en el mejor de los sentidos: una sola sesión de 60 minutos es el equivalente a cuatro horas de sueño REM (desde 960€). –Rebecca Misner

The Greenwich Hotel, Nueva York.Brandon Lajoie

THE GREENWICH HOTEL (NUEVA YORK, EE. UU.)

Cuando uno piensa en un hotel de lujo en Manhattan, vienen a la cabeza sillones de cuero y alfombras de seda, palmeras decorativas, mesas de nogal y obras de arte procedentes de todo el mundo. El Greenwich Hotel tiene todo esto y mucho más. Esta joya en pleno barrio de Tribeca abrió hace 15 años, pero parece que lleve toda la vida siendo parte de la ciudad. Quizá sea por sus texturas hogareñas, que dan impresión de haber visto pasar a innumerables personas, o quizá por el conocimiento del barrio de Robert De Niro, uno de los dueños del hotel, que se crió muy cerca de allí. Varios cuadros de su padre, el pintor expresionista abstracto Robert Henry De Niro, añaden un toque de colorida intensidad, y en las habitaciones hay fotografías de ambos.

Ni una sola de sus 88 habitaciones y suites es igual a otra, y los interiores dan impresión de pertenecer a un familiar adinerado y moderno con el que vas a pasar unas vacaciones. Todo está elegido con mimo, desde las camas artesanales Savoir hasta el mármol de Carrara y el azulejo marroquí de los baños, pasando por los suelos de terracota del vestíbulo, inspirados en un palazzo italiano del siglo XIV. En Locanda Verde, el restaurante italiano del prolífico chef Andrew Carmellini, el servicio es igual que todo lo demás del hotel: muy cuidado y acogedor. Un lugar, sin duda, en el que sentirse como en casa (desde 1.128€). –Matt Ortile

Round Hill Hotel & Villas, Jamaica.Round Hill

ROUND HILL HOTEL & VILLAS (MONTEGO BAY, JAMAICA)

Es fácil imaginar que poco ha cambiado desde que abrió en 1952; desde los días en que John F. Kennedy se fugó a la Cottage 25 para lidiar con su discurso de investidura con impresionantes vistas al océano como telón de fondo. Al creador de James Bond, Ian Fleming, le gustó tanto alojarse ahí que luego se mudó a la isla. Es posible que se sintiera atraído por los toldos de rayas verdes que daban sombra a las amplias terrazas, los azulejos blancos y negros del vestíbulo, los paneles color crema del interior, la madera oscura y el té con sándwiches que se servía a las cuatro en punto. Ralph Lauren, que tiene dos casas ahí cerca, participó en el último diseño, y su elegante huella se deja notar: en el bar de cócteles con los bancos tapizados con rayas azul marino y blancas, y en las paredes repletas de fotografías de célebres huéspedes, desde Warren Beatty hasta Bing Crosby.

Las 36 habitaciones de la Pineapple House están decoradas en tonos blancos, con contraventanas y camas con dosel, creando un contraste con los azules del exterior. La estética es más variada en las 27 villas, incluida la vasta Estate Villa, una casa de seis habitaciones con maderas oscuras, columpios y dos piscinas con vistas a Round Hill Bay, más esa sensación atemporal que siempre ha sido la marca de la casa (desde 800€). –Charlie Hobbs

Casa Cipriani, Nueva York.Cipriani

CASA CIPRIANI (NUEVA YORK, EE. UU.)

El lujo en Cipriani resulta difícil de imitar, con ese estilo italiano y tan chic sin esfuerzo. Si ves las suites presidenciales, con paredes forradas en cachemira de Loro Piana Interiors, comprendes que ese es el tipo de lujo que encontrarás en cada rincón. La ropa de cama es de la centenaria casa Rivolta Carmignani, ubicada en Macherio, a las afueras de Milán: antes del check-in, los huéspedes pueden elegir entre algodón o lino italiano. Es imposible no enamorarse perdidamente nada más entrar: puede que sean las luces art déco o el arte en las paredes; tal vez sea el jazz que suena suavemente de fondo o cómo se refleja el sol del atardecer en los muebles lacados y los brillantes pomos de latón.

Pero quizá lo más destacable sean las terrazas privadas, de lo más espaciosas: asegúrate de reservar una que dé al río, porque esas vistas no pueden encontrarse en ningún otro punto de la ciudad. Cerca del hotel está el ferry de Staten Island, entrando y saliendo de la terminal Whitehall; aquello de allá es Governors Island, más allá está Brooklyn y a la derecha tienes la Estatua de la Libertad. Pero hay tanta animación en Casa Cipriani que nadie te reprochará que no salgas: el restaurante Club, el Jazz Café, Pickering Room, Promenade Bar y Living Room. ¿A quién no le apetece vivir esto durante unas noches? (desde 737€). –Lauren Decarlo

Copacabana Palace, A Belmond Hotel.Marco Valmarana

BELMOND COAPACABANA PALACE (RÍO DE JANEIRO, BRASIL)

Cuando abrió hace un siglo, en un barrio modesto de cabañas de pescadores, Río de Janeiro se concentraba en Centro y Castelo, y en las mansiones de Santa Teresa. Pero en la posguerra nació una nueva era del ocio, cuando Coco Chanel convirtió en chic el bronceado. Diseñado por el arquitecto Joseph Gire, el hotel adoptó las líneas art déco propias de la Riviera Francesa. La bailarina parisina Mistinguett estuvo presente en su inauguración y, de pronto, todo el mundo dirigió la mirada hacia el nuevo hotel y su gloriosa playa. Cien años después sigue siendo un símbolo de Río de estilo clásico opulento (desde 1989 es parte de Belmond): lámparas de araña, kilómetros de mármol y maderas nobles… un santuario del lujo en medio de la fiesta perpetua de la ciudad. El chef Ken Hom está al frente del panasiático Mee (estrella Michelin), aunque nuestro favorito es su italiano Cipriani.

Hay cancha de tenis en la azotea y el personal del hotel atiende a los huéspedes en la playa con sombrillas, tumbonas, toallas y crema solar. Por aquí pasaron Carmen Miranda, Marlene Dietrich, Paul McCartney, Lady Di y Nelson Mandela, el presidente de Brasil, Washington Luís, recibió un disparo de manos de su amante en 1928, Ava Gardner destrozó una habitación tras su ruptura con Frank Sinatra y Orson Welles tiró algo en la piscina (¿un sofá ¿un escritorio?) durante una riña con Dolores del Río (desde 573€). –Stanley Stewart

Meadowood Napa Valley, Santa Helena.Paul Lange

MEADOWOOD NAPA VALLEY (ST. HELENA, EE. UU.)

Hay muchos alojamientos excelentes en el valle de Napa, pero Meadowood lleva 60 años siendo el auténtico corazón de esta región. En pocas palabras, es puro Napa: desde sus 36 habitaciones y suites, diseñadas por el arquitecto local de renombre internacional Howard Bracken, hasta su impresionante wine center, que pone el foco en los mejores viñedos de la zona, y su spa, que explota el legado centenario de esta tierra como destino de bienestar. Las habitaciones y suites transmiten una sensación de granja chic: nada de limpias líneas rústicas ni de tonos blancos y neutros, pero el revestimiento de madera y los techos altos de vigas transmiten esa energía rural pero elegante. Las casas de campo y las suites tienen porche privado y, si bien tienen una distribución abierta y diáfana, las chimeneas, bañeras, asientos en las ventanas y cómodos sofás le dan a todo un toque acogedor. El spa es el auténtico punto fuerte de este lugar y no puedes perdértelo: el espacio es relajante, de iluminación tenue con una enorme chimenea y amplios sofás en la entrada. El ambiente es acogedor y representa muy bien la estética del resort (en lugar de ser un anexo minimalista y antiséptico, como a veces ocurre), con muchos colores neutros y grises oscuros, tonos oliva y materiales orgánicos.

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En materia de restaurantes, tenemos el Terrace Café, al aire libre y abierto solo a los huéspedes del resort y a los miembros del club, que sirve platos ligeros y locales. En Forum, abierto todo el día, puedes encontrar un excelente bol de ceviche y quinoa; el menú tiene inspiración estacional (así que va rotando), se inclina por los ingredientes de origen local y tiene magníficas opciones vegetarianas así como, a nadie sorprenderá, una impresionante carta de vinos. Como la mayoría de lugares en esta parte del estado, tan propensa a los incendios forestales, el paisajismo se basa sobre todo en plantas nativas o resistentes a la sequía que no requieren mucha agua (para prevenir incendios, la propiedad tiene ovejas y cabras que se comen los matorrales).

Tras el incendio Glass, la propiedad replantó 2.300 árboles y tiene planeados más proyectos de reforestación. El resort se decanta por contar con productos (vino, comida, ingredientes de spa) y personal de la zona y, gracias a ello, los trabajadores son agradables, solícitos y tienen muchos conocimientos. El servicio es de buena calidad, pero no formal ni recargado: puede que esto sea Napa, pero antes que nada, es California (desde 824€). —Rebecca Misner

Eden Rock, St. Barths.Jeanne Le Menn

EDEN ROCK - ST. BARTHS (SAN BARTOLOMÉ, FRANCIA)

Es posible volverse un poco insensible a la belleza en San Bartolomé, pero incluso tras haber pasado unos días en la isla resulta difícil no soltar un grito al llegar a Eden Rock, tan perfecto, tan chic, pero en un estilo desenfadado acorde a la isla. La clase de lugar en el que te sientes más atractivo y bronceado solo con estar allí. El hotel está rodeado por aguas tranquilas y azules, hay un trampolín y puedes practicar rafting y paddlesurf o ir al arrecife a hacer esnórquel. Las habitaciones son elegantes, a medio camino entre lo náutico y lo caribeño. El chef estrella Jean-Georges Vongerichten se ocupa del restaurante principal, y el desayuno es una locura: ni se te ocurra perdértelo. Cierto es que podrías tomarlo en tu piscina privada, pero entretiene ver a otros huéspedes (desde 1.430€). –Rebecca Misner

Casa de Sierra Nevada, A Belmond Hotel, San Miguel de Allende.Tomas A. Cano V.

CASA DE SIERRA NEVADA, A BELMOND HOTEL (SAN MIGUEL DE ALLENDE, MÉXICO)

El murmullo de una fuente del patio; la superficie fresca e irregular de los suelos de cerámica; una brisa que se abre paso a través de las ventanas de madera: Casa de Sierra Nevada es una experiencia sensorial incuestionable. Pero los evidentes encantos de esta gran dama, cuyos edificios de los siglos XVII y XVIII están repartidos por el bien conservado distrito Centro de San Miguel de Allende, son solo una parte de su atractivo; el resto se lo debe al factor humano. Al llegar a mi suite, encontré mi retrato de boda en un marco de estaño tallado sobre la mesita de noche y una colorida almohada bordada con mi nombre sobre la cama. Una tarde soleada, Alejandra Puente, una de las cocineras, me habló de su hija pequeña mientras buscábamos pimientos rojos en el mercado local para mi clase privada de cocina.

También estuvo la fría noche en el bar de la azotea, Tunki, donde me senté con las agujas iluminadas de la Parroquia de San Miguel de Arcángel a mis espaldas, mientras el chef Andrés Guerra me explicaba una de sus improbables creaciones peruano-mexicanas: un tiradito de sandía a la parrilla con el sabor umami del tataki de atún. Hay mucha belleza en este lugar: paredes encaladas cubiertas de hiedra, amplias vistas, piedra tallada… Pero son esos pequeños cuidados los que permanecen grabados en mi memoria (desde 447€). –Betsy Blumenthal

Explora, Parque Nacional Patagonia, Chile.

Explora Hotels

EXPLORA (PARQUE NACIONAL PATAGONIA, CHILE)

La propiedad de Explora en el Parque Nacional Patagonia, en el remoto valle chileno de Chacabuco, es el alojamiento perfecto para quien quiera conocer esta extensión de naturaleza salvaje aún libre de multitudes. Con la enorme red de rutas de senderismo, los ríos y lagos glaciales de intensos tonos azules y las numerosas oportunidades de avistar la abundante fauna local, este parque nacional sustentado por el ecoturismo ya en en sí mismo motivo de visita. Que el hotel sea increíblemente chic, la comida excelente y el personal atento, amable y profesional lo convierte en un auténtico tesoro.

La decoración de las habitaciones es perfecta para este lugar, sencilla pero preciosa con sus suelos y ventanas de madera, sus techos de viga vista y sus armarios empotrados. Los tonos neutros se integran con los alrededores más que competir con ellos: mantas y almohadas grises, sillones de color beige, paredes blancas y una cantidad de decoración mínima, con alguna fotografía de un paisaje con marco negro sencillo. Todo queda discreto y elegante, sin dar sensación de opulencia ni de riqueza.

El edificio principal, en el que están la discreta recepción, el comedor y las salas de estar, se encuentra en el corazón de la propiedad. Es aquí donde los huéspedes se encuentran con los guías por la mañana, donde se reúnen a beber cerveza y pisco sour y a charlar tras una larga caminata, donde se sientan a leer cuando necesitan un rato de descanso y donde piden la comida. Este alojamiento es todo incluido, lo cual evita agobios y estrés. Para un lugar tan pequeño, la cocina es estelar. Como ocurre con la decoración, todo se centra en la calidad y en la atención, pero sin artificios. Las cosas no están hechas para impresionar, pero la ejecución es excelente. Desde la dirección hasta el equipo de guías y chefs, todo el mundo es amable, cercano y muy profesional (desde 9.006€). —Rebecca Misner

Traducciones y adaptaciones de textos originales Gold List 2024 por Virginia Buedo y Eva Duncan.

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