Una casa grande con jardín, piscina y un par de coches en el garaje: esta exposición reflexiona sobre el sueño americano

El CCCB de Barcelona presenta ‘Suburbia. La construcción del sueño americano’, una exposición crítica que se remonta a los orígenes de los barrios residenciales a principios del siglo XIX y cómo se desarrollaron masivamente en los años 50.
Untitled . Sèrie Left Behind 2005
Angela Strassheim

Quién no ha deseado alguna vez el sueño americano? Una casa grande con jardín, piscina y un par de coches en el garaje. Un sitio tranquilo y seguro para vivir en familia, cerca de la naturaleza y con un vecindario amistoso. El CCCB de Barcelona inaugura ‘Suburbia. La construcción del sueño americano’, una exposición que se podrá visitar del 20 de marzo hasta el 8 de septiembre, y que recorre la historia cultural de este ideal de vida ampliamente difundido a través de la literatura, la televisión, la publicidad o el cine y analiza los aspectos más controvertidos de este modelo urbanístico que ha proliferado más allá del territorio norteamericano hasta llegar al nuestro.

‘Suburbia. La construcción del sueño americano’ nos sumerge en el imaginario de la casa familiar idílica y muestra cómo se ha vendido y potenciado este estilo de vida desde la ficción y la industria del entretenimiento. La exposición se remonta a los orígenes de los barrios residenciales a principios del siglo XIX, explica cómo se desarrollaron masivamente en los años 50 y repasa el contexto económico, político y social que hizo posible su imparable expansión por todos los Estados Unidos.

Desde los años 90, la mayor parte de la población norteamericana vive en esta masa de urbanismo disperso que no ha dejado de expandirse incluso más allá de las fronteras de los EE. UU. En un momento en el que cada vez son más numerosas las familias que persiguen su propia versión del sueño en la periferia de las ciudades, la muestra analiza las contradicciones de un modelo urbanístico cuya razón de ser fue la segregación social, étnica o de género. La exposición muestra el impacto de este modelo altamente insostenible, basado en continuos desplazamientos en automóvil, con ejemplos de urbanizaciones que han surgido en torno a Barcelona o Madrid.

A través de abundante material histórico, fotografías, pinturas, audiovisuales, literatura, obras de arte u objetos cotidianos, la muestra nos sitúa en el paraíso mental del modelo de barrio residencial americano.

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CÓMO ESTÁ PLANTEADA LA EXPOSICIÓN

La exposición está planteada en cinco apartados. El primero de ellos se centra en la planificación del sueño americano, un breve paso por la historia de cómo se fraguó todo. Para ello tenemos que remontarnos a la llegada de la Revolución industrial a los EE. UU.

Durante la primera mitad del s. XIX, las grandes ciudades se convirtieron en el motor del progreso, pero también eran percibidas como un lugar peligroso en contraste con la opulenta naturaleza del Nuevo Mundo. Gracias a la aparición del ferrocarril, el tranvía y el automóvil, la revolución de la movilidad posibilitó la colonización progresiva de la periferia de las ciudades que transformaría el campo en barrios residenciales.

De Llewellyn Park (Nueva Jersey) a Tuxedo Park (Nueva York), a lo largo de todo el siglo XIX comenzaron a florecer en los Estados Unidos las primeras comunidades cerradas. A finales del siglo XIX, cuando ya se había consumado la conquista del Oeste, la aparición del tranvía posibilitó el acceso de la clase media a la periferia y dibujó un nuevo tipo de viviendas que generó una expansión ordenada de las cuadrículas de las ciudades. Pero fue con la popularización del famoso Ford T cuando se transformó radicalmente el paisaje de los Estados Unidos, atravesado por carreteras que se convirtieron en autopistas. De esta manera, el coche se convirtió en símbolo de libertad y así nació el suburbio que se acabaría masificando.

Publicidad de General Electric: It’s a promise, 1945/ Colección Particular Barcelona.CCCB

La segunda parte de la exposición se centra en el boom de la suburbia. La explosión suburbial fue ante todo demográfica y se produjo cuando los soldados que habían combatido en la Segunda Guerra Mundial regresaron en masa a la patria ansiosos por formar un hogar. En las atiborradas ciudades no había sitio para ellos. Con el apoyo del estado, que les facilitó generosos créditos, se edificaron suburbios aplicando la lógica de producción en cadena del fordismo. Era la “forma de vida americana”, el comienzo de un sueño colectivo que fascinó al mundo entero.

Así el baby-boom se produjo en 11 millones de viviendas unifamiliares con toda clase de electrodomésticos incorporados, presididas por un flamante televisor con el que los suburbanitas contemplaban versiones idealizadas de ellos mismos con idéntico color de piel y la misma experiencia bélica, edad, hipoteca y sensación de desarraigo. Todos los medios se hicieron eco del fenómeno y tanto el cine como la literatura reflejaron aquel paisaje estandarizado en el que las mujeres esperaban a sus maridos con una copa en la mano, los niños se desplazaban en bicicleta y todos celebraban alegres barbacoas los domingos.

Suburbia se erigió en un paraíso vetado a las minorías raciales. Pero poco a poco, ya en los años sesenta, las puertas del paraíso se fueron abriendo a los afroamericanos y a otras minorías dando lugar a un éxodo blanco, el llamado white flight. Este apartado hace un repaso a las sitcoms que retrataron la suburbia desde los años 40 hasta la actualidad. También incluye la famosa ilustración “New Kids in the Neighborhood” de Norman Rockwell y una amplia selección de la serie de fotografías que conforman Suburbia (1972) de Bill Owens, el primer libro fotográfico sobre este modelo de urbanismo norteamericano.

Catálogo de la empresa Aladdin de venta de casas por correo/ Cortesía New England.CCCB

DEL SUEÑO A LA PESADILLA

En el tercer bloque de la exposición trata sobre cómo el sueño se convirtió con los años en una pesadilla. La idea de un lugar seguro, saludable y alegre se contaminó progresivamente de miedos, terrores y paranoias. Se corrieron cerrojos y se instalaron alarmas. Al fin y al cabo, en la tradición gótica americana, la casa, a menudo encantada, siempre había sido una fuente de horror: el mal anidaba dentro. Con la aparición de las viviendas en serie se consolidó un nuevo subgénero, denominado "gótico suburbano", que empezó a manifestarse tanto en la literatura como en el cine.

A diferencia del gótico tradicional, en este nuevo paisaje la residencia familiar ya no estaba anclada en ningún territorio determinado, como antaño en Nueva Inglaterra, sino que, con su valla blanca y su césped verde, podía estar en cualquier parte del país. Y el mal venía de fuera, amenazaba con invadir el hogar, incluso con devaluarlo. Bajo la apariencia de reluciente normalidad, los suburbios americanos siempre esconden grietas por las que se cuela el terror.

Joel, Lynne, Paige and Joshua (44, 43, 5 and 11 years old) – central Texas, 2021.Gabriele Galimberti

Para ilustrar esta pesadilla residencial, paseamos entre materiales históricos de la era atómica, fotografías del lado oscuro de la suburbia de Amy Stein, Todd Hido, Gregory Crewdson, Angela Strassheim, o Gabriele Galimberti y la instalación de Kate Wagner “McMansionHell”. Alberto Ortega, artista sevillano instalado en los EE. UU. y que ha dedicado su obra a pintar la suburbia por la noche, presenta dos obras en primicia en el CCCB.

A partir de los años 90, este fenómeno empieza a entrar en decadencia. Aunque eso sí, no ha dejado de expandirse desde entonces, hoy en día, 8 de cada 10 norteamericanos viven dispersados y las viviendas unifamiliares siguen representando el 75% de las zonas residenciales donde las nuevas generaciones continúan soñando vivir. Se trata de una nueva suburbia más abierta, pero también más desigual.

Esta suburbia está formada por comunidades muy diversas tal y como captan las cámaras de las fotógrafas Sheila Pree Bright (que muestra la vida afroamericana en las afueras de Atlanta) o Jessica Chou (que inmortaliza la comunidad asiática en Monterrey Park, en California), y también proliferan nuevos estilos de vida, como Huntington Beach, un “suburbio contemporáneo” y capital del surf, protagonista de las obras del artista y skater Ed Templeton.

Este apartado también se centra en el impacto medioambiental de este modelo de ciudad, altamente contaminante.

MÁS ALLÁ DE ESTADOS UNIDOS

La quinta y última parte de la exposición habla de cómo se ha extendido este modelo de vida fuera de las fronteras de Norteamérica. Se centra, sobre todo, en Cataluña donde también ha calado profundamente. La Cataluña suburbana muestra como en muchos territorios los crecimientos urbanos ya no se corresponden con la conocida metáfora de la ciudad "en mancha de aceite". En realidad, un conjunto inabarcable de manchas de aceite se ha acabado esparciendo, dando lugar a una misma realidad clonada en todas partes: la urbanización regional dispersa.

Christopher Willan muestra el mundo suburbano catalán en un reportaje fotográfico hecho especialmente para este apartado de la exposición, que también incluye la instalación “Alerta Mira-Sol” de Blanca Munt sobre el estado de alerta paranoico del vecindario y una pieza audiovisual del cineasta León Siminiani, que cerrará la exposición.

Christopher Willan Sant Quirze del Vallès, 2023 - Impresión digital.CCCB

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