El estatus de paraíso terrenal le viene de lejos a Canarias, pues ya en la Antigua Grecia se conocía este archipiélago como las Islas Afortunadas. Temperaturas suaves todo el año, playas para todos los gustos, paisajes volcánicos únicos en el mundo… razón no les faltaba a los griegos.
En Tenerife, la más grande y más poblada de las Islas Canarias, el tan benévolo clima hace que se pueda cultivar prácticamente cualquier cosa, especialmente en la zona norte, donde se encuentran las tierras más fértiles. Aquí tienes varias claves para no perderte lo mejor de la despensa tinerfeña, esa que hace de la comida típica de Tenerife un despliegue de sabores únicos.
EL GOFIO
Este es uno de los alimentos con más tradición en las Canarias. Se trata de una harina de cereales tostados (maíz, trigo, cebada) versátil donde las haya. Así, aparece en el recetario canario en distintos formatos: puede comerse al desayuno mezclado con leche, echarse al potaje para convertirlo en una especie de pasta, escaldado con pescado, en la merienda, escachado con plátanos, y en postres, como la mousse de gofio, o incluso en bizcochos.
Su origen es anterior a la llegada de los conquistadores castellanos, y comenzó elaborándose con cebada. El millo –maíz–, hoy en día predominante, se introdujo siglos después tras el descubrimiento de América. Aunque las estadísticas reflejan y auguran un descenso del consumo, sigue habiendo molinos de gofio y sigue siendo fácil de encontrar.
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FRUTAS TROPICALES
Los que tienen la suerte de tener fruta recién recolectada a su alcance saben muy bien que hay una gran diferencia entre esos alimentos frescos y los que viajan muchos kilómetros, durante días, antes de llegar a las estanterías. Por eso, en Tenerife hay que darse el gustazo de comer fruta tropical de cercanía, tan inalcanzable en la mayor parte de la península. Es habitual ver papayas y aguacateros conviviendo en jardines y patios canarios, pero también hay que probar las parchitas (fruta de la pasión), guayabas, zapotes, piñas y por supuesto, el cultivo estrella del campo canario, los plátanos. Sin olvidar los advenedizos plátanos rojos, que cada vez se ven más en tiendas de alimentación y mercadillos.
MOJOS
Los mojos son habituales de las mesas canarias. Esta salsa, que comparte raíz y significado con la palabra portuguesa molho, es una delicia que tiene distintas variaciones. Rojo o verde, picón, de tomates asados, de almendra o de cilantro, no hay dos recetas iguales, pero en lo que sí que coinciden todas es en aderezar de color y sabor cualquier comida que acompañen.
PAPAS ANTIGUAS
“Papa, te llamas papa y no patata”, escribió Pablo Neruda. La patata, papas en la mayor parte del mundo hispanohablante, es un alimento humilde, pero hay papas y papas. Las Papas Antiguas de Canarias, que gozan de Denominación de Origen Protegida, tienen la peculiaridad de haber conservado la misma morfología que aquellas que se introdujeron en las islas procedentes de Los Andes en el siglo XVI. Actualmente la DOP engloba 29 variedades, y las que se pueden encontrar en Tenerife son las siguientes: azucenas, bonitas, peluca, colorada de buga y torrenta. El precio sobrepasa a menudo los diez euros el kilo, pero merece la pena probarlas, sobre todo cocinadas siguiendo la receta de papas arrugadas.
QUESO
Los canarios son los que más queso consumen de España. Con una media de 11,1 kilos al año, van muy por delante de la media española, que está en 7,7 kilos. Y no es de extrañar, considerando la variedad y la calidad que tienen a su alrededor. El queso semicurado puro de leche de cabra de la Quesería El Guanche y el añejo con gofio de cabra y oveja de la Quesería Montesdeoca fueron premiados en la última edición de los World Cheese Awards con medalla de oro y de plata respectivamente. Asimismo, también merece la pena probar el queso fresco elaborado por Salvador Betancort en su quesería lagunera Quesos5senti2.
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MIEL
La miel de Tenerife cuenta con Denominación de Origen Protegido desde 2014. Uno de las mejores formas de entender la importancia de este alimento en la isla y su proyección a lo largo de los siglo es visitar La Casa de la Miel, en el municipio norteño de El Sauzal. Gracias a la singular flora de la isla, la miel de Tenerife tiene matices que no se encuentran en ninguna otra, como es el caso de la miel de retama del Teide.
ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA
El cultivo de aceite de oliva no es muy extenso en las islas, pero existen varias almazaras y el terreno dedicado al mismo no hace más que aumentar, se ha sextuplicado en la última década, pasando de 100 a 600 hectáreas. Aunque la presencia de olivos está registrada desde hace siglos, la producción de los mismos se destinaba al consumo en fresco de las aceitunas, y a la elaboración de aceite principalmente para autoconsumo. El particular clima de las islas, la cercanía al océano y las peculiaridades del terreno volcánico otorgan a los aceites de oliva virgen extra canarios unas propiedades organolépticas únicas.
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ALMENDRAS
Las almendras tienen un peso importante en el recetario canario, no solo aparecen con frecuencia en el apartado de postres, sino también en las comidas principales, por ejemplo, en el mojo palmero, con almendras. El espectáculo de los almendros en flor en Santiago del Teide es revelador, pues hace décadas, cuando el cultivo del almendro gozaba de mejor salud que en la actualidad, era el medio de vida de muchas familias de la zona junto con las higueras y tuneras. Merece la pena probar los postres tinerfeños en los que las almendras llevan el peso del sabor, como la torta de almendras de Vilaflor o el turrón de Tacoronte, dos clásicos en cuanto a comida típica de Tenerife se habla.
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