A Paicega, la ventana más bonita de Asturias

Llegamos hasta Pesoz para descubrir uno de los pueblos abandonados más cautivadores de España.
Vistas del embalse de Salime desde el Área Recreativa de A Paicega
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Es A Paicega, Asturias, una verdadera joya de la historia reciente del Principado. Este poblado abandonado espera al occidente de la comunidad, donde las aguas del embalse de Salime se contienen del fluir natural del río Navia.

Rondaba casi la mitad del siglo XX cuando se inició en el poniente asturiano la construcción de este embalse para la producción de energía eléctrica. La sociedad Saltos del Navia comienza la que, a su consecución, se convertiría en aquel momento en la mayor presa de España y una de las más grandes de toda Europa.

Una gran obra de ingeniería, considerada en la actualidad una de las cien construcciones más importantes del patrimonio industrial español, que sirvió de ejemplo para futuros proyectos de esta naturaleza y asombró a una sociedad asturiana de la época, afectada también, en gran medida, por las repercusiones de la gran zona inundable, con numerosas poblaciones rurales que encontraron su final bajo las aguas del embalse.

A PAICEGA, ASTURIAS: UNA HISTORIA DE ENERGÍA Y AGUA

La planta curva de la presa, de 250 metros de longitud en su parte superior y una altura de 132 metros desde sus cimientos, junto con su gran embalse –que continúa siendo el mayor de Asturias– acabaron por constituir todo un símbolo del progreso en el momento de su inauguración en el verano de 1955.

La sociedad Saltos del Navia se encargó de la que fue la mayor presa de España y una de las más grandes de toda Europa.Getty

Una ciclópea obra que precisó de la intervención de miles de trabajadores –más de 3000 a lo largo de los años de construcción– que, dada la larga duración de los trabajos, tuvieron que ser alojados de forma permanente en el entorno. Para ello se levantaron cuatro poblados: el de Vista Alegre, el de El Campín del Segundo Plano, el de Eritaña y el de A Paicega. Poblados que fueron abandonados una vez finalizó la empresa pero que se han convertido con el paso del tiempo en un homenaje a la memoria y, en particular, en el caso del de A Paicega, en un rincón lleno de encanto del territorio asturiano.

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UNA DE LAS POSTALES MÁS BONITAS DE ASTURIAS

A Paicega se sitúa al norte de la presa en dirección a la población de Sanzo. Los originales doce pabellones que alojaban a los trabajadores, así como otras construcciones que servían de cantina, panadería u otros servicios, no han resistido el devenir de los tiempos y han mutado en un conjunto de ruinas emplazadas en un punto elevado con unas vistas privilegiadas hacia el embalse de Salime. Solo la iglesia, consagrada a la Virgen de la Luz y recientemente restaurada, ha resistido con firmeza el paso de las décadas y conserva aún su estructura original.

Sin embargo, a pesar del estado ruinoso, el poblado destila un encanto incuestionable. Las paredes que aún permanecen en pie, las ventanas con cristales rotos, la iglesia… todo forma un decorado que pareciera expresamente diseñado para evocarnos todo tipo de sentimientos al contemplarlo.

El mirador desde el Área Recreativa de A Paicega.

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Además de un pequeño templete construido en los últimos años, que forma parte de la actual Área Recreativa de A Paicega y hace las veces de mirador, encontramos también una estructura de las antiguas dependencias que se ha hecho popular gracias a su forma de marco que encuadra perfectamente el embalse, creando una excepcional ventana paisajística que sirve a menudo como referencia para los amantes de la fotografía.

A Paicega constituye hoy en día una de las joyas del pequeño concejo de Pesoz, uno de los más inexplorados de Asturias a pesar de albergar el Salto de Salime, que suele servir como reclamo de la zona gracias a su espectacularidad. Para llegar hasta el poblado basta con llegar a la localidad de Pesoz, que es el punto de partida de una ruta señalizada de ida y vuelta que conduce hasta el área recreativa. Ocho kilómetros en total que merece la pena recorrer para alcanzar el mirador.

EXTRA, EXTRA

Además, aprovechando la visita al poblado, no hay que dejar de conocer otros lugares cercanos que resultan imprescindibles en el occidente asturiano. Junto con la presa y su embalse, que se erigen como los grandes protagonistas de la zona, es interesante también planificar una visita a la propia Central Hidroeléctrica de Salime.

El Camino de Santiago pasa por esta zona asturiana.Alamy

Ligados a la construcción de esta gran obra, son curiosas tanto las estampas tanto de la escultura de la Virgen de la Luz, que se levantó junto a la presa, como del mirador Boca de La Ballena, con la forma que indica su topónimo y al que se accede a través de un pequeño túnel excavado en la roca junto a la carretera.

No obstante, el mirador Boca de La Ballena no es el único habilitado como tal ligado a la construcción de la presa, puesto que cerca de él también se localizan los miradores de Salime y del Embalse.

Por último, no podemos irnos del concejo de Pesoz sin descubrir una de las aldeas medievales más singulares del Principado, como es Argul, una pequeña población fechada por primera vez hace más de un milenio y cuyo caserío, levantado en mitad de un roquedo, es una auténtica delicia de la arquitectura tradicional, con sus viviendas de piedra y sus característicos corredores o pasadizos volados entre ellas, conocidos localmente como veiriles.

Descubriendo A Paicega.Alamy

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