Reseña: First In: el renacimiento del Grand Hotel Central, un oasis de cultura en el corazón de Barcelona
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Hay dos tipos de belleza: uno, la que nos empequeñece y convierte en vulnerables, la que provoca que pensemos que todos son un perfume de Le Labo y nosotros uno de ‘Dolce&Banana’. Dos, la belleza que nos engrandece y abraza, la que sentimos que, si nos acercamos a ella, se nos puede hasta pegar algo. Esa burbuja que nos protege de lo vulgar y de las dificultades existenciales, la que más que un lujo, es una necesidad. Es esa la que nos interesa a nosotros y a la que nos referimos continuamente a lo largo de nuestra estancia en el Grand Hotel Central.
Y es que, en el vibrante núcleo de la Ciudad Condal, el hotel ha renacido con una nueva gestión, una renovación completa y una identidad independiente que lo posiciona como un auténtico referente de elegancia, sofisticación y de lo que significa un trato humano impecable. ¿Y quiénes son los primeros en ir a comprobarlo? ¡Ajááá!
Para una mirada entrenada, 48 horas son suficientes para captar sus apasionantes recovecos y albergar la exactitud de las sensaciones. Al final, las emociones –que de eso va viajar– no se miden con un reloj. Dicho esto, organizar la bolsa de vuelta a casa se transforma en un acto lleno de nostalgia. Ahora bien, el libro que hemos elegido para esta aventura Lo que pasa es que te quiero, de Gloria Fuertes, deja prendidas en las páginas de lo que hemos leído todos los sentimientos que nos han acompañado entre tanta distinción.
A no ser en tus manos,
donde mejor me encuentro es en el mar,
allí empiezo a leer hojas a los peces
—en el bosque leo peces a las hojas—,
en las hojas del nogal he aprendido.
O, incluso en la ropa.
Ya nunca seremos la mismos cuando nos volvamos a introducir en ese bañador verde de Rhodée, porque solo nosotros sabemos que, con él, nos hemos sumergido en una de las piscinas más preciosas del mundo, de uno de los escenarios más preciosos del mundo, de una de las ciudades más preciosas del mundo. Y eso nos hace un pelín más atractivos.
¿POR QUÉ RESERVAR?
Primero, por la historia de Casa Cambó (sigue leyendo), pero también por el lavado de cara que han realizado los de Sagrada, autores de proyectos destacados a nivel internacional como London Art’s Club, Maison Breguet París y St. Regis Venecia. La actualización ha sido profunda, abarcando desde las zonas comunes hasta las 147 habitaciones y suites, así como la creación de nuevos espacios como el restaurante Can Bo y la icónica Terraza del Central. Veredicto, si lo que se buscaba era explicar Barcelona de otra manera: reto conseguidísimo.
LAS HABITACIONES
En el moodboard que realizaron para su interiorismo colgaban imágenes del mismísimo Noucentisme. El movimiento artístico catalán, que surgió como alternativa al Modernismo a principios del siglo XX, prioriza la razón, la precisión y la claridad. Esto se refleja en cada detalle del Grand Hotel Central, donde han utilizado materiales como la madera y el cemento pulido, tonos suaves y líneas limpias que provocan un estado de calidez y cierto déjà vu. Al final, se trata de sentirse en casa… en una casa.
Una de las transformaciones más notables ha sido la integración de la luz natural en cada dormitorio, difuminando la división entre baño y habitación a través de paredes de listones de madera clara que permiten que el sol inunde los interiores. Cada pieza de mobiliario ha sido elaborada a medida, son objetos únicos –las lámparas, los cabeceros de las camas, las butacas, los espejos, las chaise longues o las mesas de centro–, inspirados por el Jardín Secreto de Casa Cambó, y se han dejado guiños del Jardín en los textiles, en la iluminación, y en los rosetones de los techos en forma de flor, aportando un toque único y refinado.
Aunque no son enormes (nos sentimos perdidos en las habitaciones que lo son) cuentan con minibar, cafetera, secador, calefacción, aire acondicionado, wifi, botellas de agua y… ¡Google Chrome en el televisor!
LA HISTORIA
Aquí queríamos llegar, el edificio fue concebido en 1926 como la residencia privada del influyente político y mecenas cultural, Francesc Cambó. Este visionario, imbuido de una clara fe en el porvenir de su ciudad, logró un hito al erigir el primer edificio de la Vía Laietana. Además, fue pionero al introducir el primer ascensor de la ciudad, permitiendo a Cambó desafiar las convenciones de la época al ubicar su residencia en los pisos superiores –antes considerados espacios infravalorados– en lugar de en el principal, como era costumbre entre la burguesía de entonces.
Por si fuera poco, tocando casi el cielo, encontramos un paradiso perduto digno de Grandes Esperanzas. Naranjos, buganvilla, cipreses, jazmines y nenúfares son el marco del skyline, en un elogio absoluto al romanticismo y a la belleza de la que hablábamos al principio, la segunda. ¡Qué cosa más bonita!
Dato: la Casa Cambó está protegida como un bien cultural y ha conservado la fisonomía estilística de su origen.
LA TERRAZA
La joya de la corona es su icónica Terraza del Central, que está situada en la octava planta y considerada una de las mejores de Europa según Best European Destinations. En esta zona, podemos chapotear en la piscina desbordante (en la que, de vez en cuando, reposa alguna gaviota), hallar el equilibrio en las sesiones de yoga al amanecer, y bailar con un programa regular de DJ's que animan el ambiente hasta la medianoche.
Ojo, durante la puesta de sol, se puede disfrutar en exclusiva de la iluminación de un mural esgrafiado con temática marítima, sólo visible desde la Terraza del Central. La leyenda relata que, el Señor Cambó construyó otro edificio paralelo a su casa que tapaba las vistas al mar de su señora. Por lo que ésta exigió que, al menos, la flamante finca contara con este mural cuyos dibujos rinden tributo al Mediterráneo.
LA GASTRONOMÍA
Para antes de septiembre de este año, y bajo la batuta de Lorenzo Cavazzoni, el Grand Hotel Central promete ofrecer una experiencia culinaria excepcional en su restaurante Can Bo. Ubicado a pie de calle, tanto los de fuera como el público catalán, podrán saborear auténticos platos y tapas de la cocina española, elaborados con ingredientes km 0 y de temporada, acompañados de una amplia selección de vinos cuidadosamente elegidos por el reconocido sumiller Amador Marín.
También está la Terraza del Central, con una carta corta pero efectiva que rinde homenaje al Mediterráneo y que sirve de picoteo tanto para la zona de piscina como para el room service (ensalada griega, croquetas, aceitunas marinadas, pan con tomate y jamón, cócteles con y sin alcohol…).
Por su parte, el desayuno incluye lo clásico: yogures, embutidos, quesos, zumos y frutas de temporada, huevos, revoltillos, panes y bollería dulce.
LOS DETALLES
En un guiño a la labor de mecenazgo del Señor Cambó, los visitantes del Grand Hotel Central están rodeados del arte de talentos como Ángels Ribé, Ramón Herreros, Josep Grau Garriga, Victor Pimstein o Subirachs, entre otros. Y en las entrañas de la propiedad se encuentra la histórica biblioteca de Francesc Cambó, que alberga parte de su colección personal de libros. ¡Qué biblioteca! Este singular tesoro arquitectónico de época es el lugar perfecto para descansar después de un día descubriendo la ciudad, o deleitarse con los eventos culturales que se llevarán a cabo periódicamente.
Adicionalmente, mentes creativas del mundo de la moda, el perfume, el diseño, la artesanía y la jardinería han colaborado con el nuevo hotel. Sin ir más lejos, Alberto Morillas, conocido maestro perfumista, ha elaborado la fragancia; Carner Barcelona es el sello detrás las selectivas amenities (no somos objetivos ni con el hecho de que las haya ni con esta marca) y Josep Abril, uno de los diseñadores top entre la moda catalana contemporánea, ha ideado los uniformes de los empleados.
Sí, una vuelta por aquí es un resumen gráfico de lo que es la vida en la Ciudad Condal. Y eso que parece tan sencillo, en realidad, es de lo más complicado. Es fácil caer en estereotipos o en simbiosis poco creíbles. Pero, nada de nada. Absolutas coherencia y responsabilidad, pues en estos lares, todos los caminos llevan a Cambó.
DEPORTE Y BIENESTAR
Aunque pequeña, la zona wellness puede presumir de contar con una sauna seca y un hamman, este en un ambiente de alta temperatura y 95% de humedad, en el que inhalar el estimulante aroma de eucalipto que ayuda a limpiar el sistema respiratorio. También de una sala de fitness equipada con todo el material preciso para seguir con nuestra rutina deportiva. Y… last but not least, servicios de belleza a demanda con rituales faciales y corporales de la mano de Natura Bissé.
Si es cierto que la memoria es selectiva y que domesticamos los recuerdos, el momento en el que nos rendimos al masaje Signature de la firma catalana es al que vamos a volver cuando lleguen las nubes (que siempre llegan, y que siempre se van).
LA UBICACIÓN
La ubicación del hotel, entre el bullicioso barrio del Born, las playas y el sofisticado Paseo de Gracia, lo hace el punto de partida ideal para explorar la escena creativa de Barcelona. De hecho, lo suyo es solicitar una de las bicicletas a disposición de los huéspedes para moverse de manera ‘eco’ por la ciudad. La cereza del pastel del plan es una visita a artesanos y productores locales, como la fabricación de alpargatas tradicionales personalizadas en el taller de La Manual Alpagartera.
LA SOSTENIBILIDAD
La lógica en los tiempos que vivimos: toda el agua embotellada proviene de fuentes purificadas internamente, utilizando botellas de vidrio reutilizables para minimizar su huella de carbono. Igualmente, optan por envases reciclables o compostables siempre que sea posible y los productos de Carner de los que hablábamos antes son respetuosos con el medio ambiente, libres de residuos de petróleo, y con envases grandes para evitar el uso de plásticos desechables. Por supuesto, códigos QR en todas partes, los cuales, nos guste o no, reducen la necesidad de imprimir documentos.
No en vano, el hotel se enorgullece de haber obtenido la prestigiosa Certificación Biosphere del Instituto de Turismo Responsable, respaldada por la Unesco, como muestra de su compromiso con prácticas turísticas responsables y sostenibles.
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