Reseña: First In: Tivoli La Caleta Tenerife Resort, glamur, elegancia y lujo en la costa sur de la isla

Hay un dicho que dice que, normalmente, todo lo bueno se hace esperar. Otro que afirma también que, las mejores cosas de la vida, se cuecen a fuego lento. Y si seguimos tirando de refranero, aquí va otro al hilo del asunto: las cosas, despacito y con buena letra, mucho mejor.

Todo este universo de creatividad con la citas como referente nos sirve para dar la bienvenida a la apertura más esperada de los últimos tiempos en la costa tinerfeña. El Tivoli La Caleta Tenerife Resort, el primer hotel de la histórica cadena de alojamientos boutique —que a su vez pertenece a Minor Hotels— con sus raíces en la vecina Portugal, ha llegado a España por todo lo alto decidida a hacerse notar. Tras un soft opening hecho a conciencia para controlar que hasta el último de los detalles sea perfecto, ahora se encuentra lista para su puesta de largo. En breve, una fiesta de inauguración dará el pistoletazo de salida con el que comenzar a escribir su propia historia.

Y a nosotros, que nos chifla una apertura, nos ha faltado tiempo para volar al sur del sur y adentrarnos en el corazón de este prometedor proyecto. Pero tranquilo, porque venimos a contarte absolutamente todos los detalles. ¿Estás preparado? Allá vamos.

POR QUÉ RESERVAR

Porque te hablamos, no hay duda, del nuevo place to be de la isla. Porque las ganas y el empeño de todo el equipo que se halla detrás por lograr que tú, querido —y potencial— huésped, disfrutes al máximo de tu estancia, pueden con todo. Y porque el trabajo realizado para actualizar y dotar de los más modernas prestaciones a las 284 habitaciones —entre ellas, 20 suites— que componen el Tivoli La Caleta Tenerife Resort, es ya razón más que suficiente para darle tu voto de confianza.

Pero es que, además, hablamos de una localización envidiable: el resort se halla frente a las aguas de un Atlántico que aquí, en Costa Adeje, parecen lucir más azules que en ningún otro lugar. Si a eso sumamos los cielos despejados y las agradables temperaturas que se gastan por estos lares durante casi todo el año, pues amigo, apaga y vámonos.

Y después está la atención: esa hospitalidad canaria que resulta innata a los isleños. Ese calor que se percibe con el primer “mi niño” que escuchas de cualquiera de los trabajadores que conforman su ecléctico personal. Piscinas por doquier, un completo spa con sello de la prestigiosa firma Anantara, una oferta gastronómica de lo más diversa y un catálogo de experiencias que solo ha empezado a despegar. No hay duda de que estamos en el lugar perfecto para permitirnos el retiro de lujo que merecemos.

LA HISTORIA

Hablar de la historia del hotel es hablar de lo que un día albergó su enigmático edificio. Tras años al amparo de la firma Sheraton, la construcción que constituye hoy el Tivoli La Caleta Tenerife Resort fue proyectada en 20025 por el alabado arquitecto Melvin Villaroel, autor también de otra serie de hoteles de lujo repartidos por el mundo, cuyo diseño coincide en muchos elementos con este.

Y con elementos nos referimos a determinados detalles que parecen rescatados de la cultura marroquí, pero también a los colores terrosos en sus fachadas, a la perfecta combinación con la naturaleza plasmada a modo de delicados jardines subtropicales repartidos por sus exteriores o al “jardín de chimeneas” que asoma de sus últimas plantas y que nos lleva de viaje, con la imaginación, a lugares remotos y exóticos.

Ahora, al amparo de la distinguida firma lusa Tivoli Hotels & Resorts, se impregna también de todos aquellos valores que definen a esta histórica empresa del hospitality cuya trayectoria se remonta a 1933, año en el que fue fundada en Lisboa. 90 años haciendo felices a sus huéspedes marcan su trayectoria y prometen una oferta diferente, inspirada en el lujo sencillo —aunque, también, LUJO en mayúsculas—, aquí en Tenerife.

EL AMBIENTE

Exclusivo, y al tiempo, distendido. Íntimo pero abierto al mundo—y quien dice el mundo, dice a los numerosos espacios comunes que se reparten por sus infinitos metros cuadrados—. En Tivoli La Caleta Tenerife Resort saben muy bien que el lujo, muchas veces, se halla en los detalles. En hacer sentir a sus huéspedes cómodos, como en casa. Y en ofrecerles una enorme variedad de opciones para convertir su estancia en un recuerdo más que llevarse de vuelta.

Por eso, solo con pasear por sus laberínticos jardines ya uno nota que las pulsaciones se relajan, que el tiempo se ralentiza y que el disfrute es lo único que importa. Los ritmos más lentos, tan apetecibles —y necesarios— en el contexto isleño, invitan a dejar de mirar el reloj, a olvidar las preocupaciones del día a día y a concentrarse, únicamente, en disfrutar. Una diversión calmada, sin estridencias, que se contempla en sus diferentes restaurantes, donde el deleite se ofrece desde la gastronomía, o de tardeo frente a una puesta de sol incomparable mientras se degusta algún cóctel de autor.

El tentador paseo marítimo surge frente a Seen, uno de los espacios gastro del hotel, y ofrece un agradable paseo a lo largo de la costa que conecta, en sus 12 kilómetros, con el pueblo de La Caleta y la localidad de Los Cristianos. Es el ambiente, no hay duda, uno de los grandes reclamos de este alojamiento que alardea, además, de hallarse rodeado de azul y verde, de mar y de montaña: en los días claros, ojo, se pueden divisar La Gomera y El Hierro, pero también, asomando tímido entre altas colinas, el pico del Teide.

EL HOTEL

Si hay algo que deja claro que Tivoli La Caleta es un destino ya en sí mismo, es que se halla ubicado en Costa Adeje, uno de los rincones más exclusivos de la isla. De sus 284 habitaciones, 20 son esplendorosas suites, aunque aquí no todo sucede en la intimidad: el exclusivo hotel se encarga de proponer una cartera amplísima de posibilidades para seguir disfrutando de puertas para afuera —de las habitaciones, que no del resort—.

Por ejemplo, en sus espacios verdes. Frondosos jardines con flora subtropical donde abundan las palmeras canarias, los dragos y las orquídeas. Repartidas por ellos, hasta tres piscinas climatizadas al aire libre en las que pasar jornadas eternas, ya sea con refrescantes baños o con un vuelta y vuelta bajo el sol. Una de ellas, separada y dotada de algo más intimidad, es solo para adultos.

Y las propuestas de entretenimiento y relax continúan: el hotel cuenta con un completo gimnasio abierto 24 horas. Pero —y allá va la gran novedad— también ofrece a sus clientes el acceso a Tivoli Shape, un pequeño complejo de uso privado y nueva construcción situado frente al edificio principal del hotel donde, además de un gimnasio más amplio, los huéspedes pueden optar al asesoramiento de un personal trainer de manera gratuita, así como a pistas de pádel.

EL SPA

Tenía que ocurrir: la increíble apuesta de Tivoli por ofrecer a sus huéspedes un espacio inmenso dedicado al bienestar en todas sus vertientes merecía una mención aparte. Y, cuando hablamos de “inmenso”, lo decimos muy en serio: 1.200 metros cuadrados son los que ocupan las instalaciones de este absoluto templo al disfrute. Un espacio para dejarse mimar bajo el sello de Anantara Spa, la prestigiosa marca tailandesa que se inspira en las tradiciones orientales para asegurar el mayor relax a sus clientes.

¿Y qué encontramos en este particular oasis situado en la planta baja del resort? Pues nada menos que diez salas de tratamientos, una piscina cubierta, baño de vapor, sauna, e incluso un iglú de hielo. Espacios tanto interiores como exteriores en los que desconectar y entregarse a las manos profesionales de sus terapeutas cualificados. Un catálogo de lo más completo ofrece todo tipo de tratamientos y masajes para los que han contado con tres reputadas firmas: Alqvimia para el cuerpo, iS CLINICAL para el rostro, y Volcànique.

¿Y con cuál de todas sus propuestas nos quedamos nosotros? Nosotros, con el Ritual de la Alegría: 90 minutos de puro placer en los que someternos a una exfoliación corporal tonificante, una envoltura a base de nutritivas arcillas, un tratamiento facial relajante y un masaje reparador. Antes de elegir, sin embargo, lo mejor es charlar previamente con los profesionales para encontrar el tratamiento que más se adapte a nuestras necesidades... Una experiencia de lo más placentera estará asegurada.

LAS HABITACIONES

Ya sea con vistas al mar o a los jardines, el Tivoli La Caleta Tenerife Resort cuenta con habitaciones y suites dotadas de los mejores servicios. Y hablamos, recordemos, de espacios que han sido absolutamente reformados en 2023: es traspasar las puertas del que será nuestro hogar durante unos días y que el olor a nuevo, la sensación de estreno, se apodere de nosotros.

Los espacios, amplios y decorados en tonos tierra, abarcan colores que van desde el beige al naranja o al marrón. El mobiliario de diseño es elegante, de líneas sencillas y modernas, y se complementa con la más alta tecnología dirigida, una vez más, a hacer la vida más fácil —al menos, durante sus vacaciones— a los huéspedes.

Pero también está el arte, que decora los espacios comunes y privados del hotel haciendo un guiño a pintores y escultores locales, dotando de personalidad cada rincón. Las suites, ubicadas en los extremos del enorme edificio, se encuentran más cercanas al mar y cuentan con terraza privada, algunas de ellas, incluso con jacuzzi para uso personal.

¿Un extra más que añadir a sus huéspedes? Pues sí: aquellos que se alojen en una de las 20 suites tendrán acceso, además, a La Caleta Lounge, un espacio privado en el que deleitarse con un delicioso desayuno VIP a la carta que quita el sentido. No habrá, damos fe, mejor manera de arrancar el día.

EL EQUIPO

Tan importante o más es la atención que se recibe en un hotel de estas características, como las prestaciones y servicios que se ofertan. Y eso lo saben muy, pero que muy bien, en Tivoli. Y, si a ese esmerado cuidado le sumamos el carácter acogedor y hospitalario del que ya hablábamos más arriba y que caracteriza a los isleños por estas latitudes, apaga y vámonos.

Por eso uno se siente como en casa en cuanto traspasa las puertas del Tivoli La Caleta: ese interés sincero por convertir la estancia de sus clientes en un recuerdo inolvidable está patente en el personal de cada departamento, a cada instante. No será complicado que te saluden por tu nombre al segundo día de estar alojado, o que recuerden cómo te gusta el café en la mañana cuando llegues al buffé del desayuno.

Esa amable atención la desprende también Javier García, director del resort. Un burgalés de raíces madrileñas que, tras una extensa carrera en Minor, ha estado presente durante los meses que ha durado todo el proceso de reforma del hotel. Charlar con él es contagiarse de esa pasión que siente por un proyecto que capitanea con absoluta naturalidad ganándose el respeto, no solo de su equipo, sino también de los huéspedes.

GASTRONOMÍA

Y ya que hablamos del yantar, regodeémonos en los placeres gastronómicos que otorga el resort. Y es que Tivoli sabe perfectamente que lo culinario es de absoluta importancia si se pretende cuidar la experiencia de los huéspedes. Por eso, su propuesta de Tenerife cuenta también con una extensa oferta de restaurantes de alto nivel.

Empezando por los otros desayunos, los que se sirven en formato buffé en el Restaurante Gusto y en el que el surtido de frutas frescas, zumos naturales, panes, embutidos o bollería es tan amplio como la mismísima imaginación. Al caer la noche, eso sí, la oferta varía para apostar por los sabores del mundo.

Si se prefiere vivir una experiencia gastronómica de altura, no hay problema: tres son los restaurantes del resort respaldados por el reputado chef Olivier da Costa, quien cuenta con nada menos que 26 negocios repartidos por todo el mundo. La primera, Seen Beach Club, recibe a sus comensales frente al mar con unas enormes letras iluminadas que son solo el preludio de lo que espera en el interior: a modo de mostrador de pescadería, lo primero que ven los clientes es el género fresco expuesto en la vitrina. Producto de primera con el que elaborar delicias como los tacos de corvina o langostinos rebozados, perfectos para maridar con un cóctel de autor.

Yakuza by Olivier, por otro lado, es la propuesta asiática del chef: un restaurante estiloso y con elementos decorativos inspirados en la cultura nipona cuya cocina fusiona recetas japonesas con los sabores mediterráneos, dando como resultado una deliciosa carta de platos entre los que no faltan los ni niguiris ni los sashimis de todo tipo.

El lado más gamberro del universo gastro de Tivoli en Tenerife se encuentra en Guilty, también de Olivier: con un buen puñado de mesas y sillas desplegada junto a una de las piscinas, aquí toca olvidarse de los complejos, apostar por disfrutar de la vida, y saborear platos tan tentadores como sus hamburguesas, sus nachos con queso y guacamole o sus tacos.

Para rematar la oferta, otras opciones como las meriendas en Sweet & Tea, el picoteo en The Classic Sports Bar y los cócteles maravillosos del Cocktail Bar.

EXPERIENCIAS

Cada vez son más los hoteles que apuestan por ofrecer a sus huéspedes una cartera de propuestas con las que aumentar las experiencias a recordar tras su estancia, incluso si estas transcurren fuera del hotel. El personal de Tivoli La Caleta Tenerife Resort propondrá a los clientes, dependiendo de sus gustos e intereses, actividades con las que ocupar su tiempo libre conociendo las diferentes facetas de la isla.

¿Por ejemplo? Mediante una excursión de la mano de un guía experimentado como es Jaime Muñoz, de Feel Tenerife, al corazón del Parque Nacional del Teide para recorrer algunos de sus rutas senderistas menos transitadas. Caminatas como la de la Montaña Samara con las que admirar el paisaje tinerfeño más agreste y salvaje —e incluso, si el día está claro, las vecinas islas de La Gomera, La Palma e incluso El Hierro en la distancia—, y descubrir todas las curiosidades sobre el carácter volcánico de la isla y sus consecuencias orográficas a lo largo de miles de siglos.

Disfrutar de la gastronomía de Tenerife más tradicional también será una opción, incluso ahondar en el universo enológico del destino visitando pequeñas bodegas y conversando con sus propietarios entre cata y cata de vino. Un listado de experiencias infinito que irá actualizándose con el propio hotel, pero que augura, ya lo intuimos, la mejor de las estancias.

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