Sella el pasaporte rupestre visitando el primer arte de la humanidad

Los más excepcionales patrimonios del arte prehistórico del suroeste de Europa han unido fuerzas.
Sella tu pasaporte rupestre tras ver la Cueva de Tito Bustillo
Facebook Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo

Instituciones de España, Portugal y Francia se han unido para poner en conexión toda una serie de sitios excepcionales del arte paleolítico de los tres países. Un proyecto conjunto de puesta en valor y conservación de lugares excepcionales que son Patrimonio de la Humanidad y vestigios del primer arte.

El proyecto transfronterizo Territorios unidos por el Primer Arte ha conseguido involucrar en un objetivo común a tres países con algunas de las mejores representaciones del arte rupestre del mundo. La iniciativa pretende poner en valor un patrimonio excepcional ligado a la Prehistoria pero también conectar territorios, poblaciones y personas con un interés común: conservar y difundir un primer arte que no se expone en lienzos ni grandes museos o galerías, sino en cuevas, abrigos de roca, peñascos y otros tantos soportes naturales, con lo maravilloso y, al mismo tiempo, signo de fragilidad que puede suponer este hecho.

¿CÓMO FUNCIONA ESTE PASAPORTE RUPESTRE?

Con el respaldo de la UNESCO y el Consejo de Europa, el pasaporte rupestre nació precisamente para abarcar en una sola propuesta turística internacional los más asombrosos sitios del arte paleolítico de las principales zonas del suroeste de Europa que albergan estas joyas del patrimonio universal, abarcando 300 siglos de historia del arte –desde hace 40.000 años hasta los 10.000 años atrás en el tiempo desde la actualidad.

Cuevas de Lascaux.Getty

El pasaporte, un documento unipersonal en formato físico o digital, nos da la posibilidad de conocer todo este patrimonio y registrar nuestra visita oficialmente cuando conozcamos cualquiera de los sitios que forman parte de la iniciativa. Así, tras nuestra visita recibiremos un sello acreditativo en nuestro pasaporte e iremos obteniendo descuentos, promociones y regalos a medida que incrementemos el número de lugares que vayamos descubriendo.

Más de 30 sitios adscritos de cinco regiones diferentes y tres grandes zonas, la Región Cantábrica, el Valle del Vézère-Dordogne y el Valle del Côa-Siega Verde, nos brindan la oportunidad de sumergirnos en el atractivo mundo del arte prehistórico ayudando, al mismo tiempo, a su conservación de una forma sostenible y respetuosa.

Ver fotos: Lugares Patrimonio de la Humanidad de la Unesco que tienes que visitar

UN RECORRIDO POR EL PRIMER ARTE DE LA HUMANIDAD

Con el aliciente de contar con nuestro pasaporte rupestre y todas sus ventajas, lanzarse al descubrimiento del primer arte de la humanidad es mucho más fácil. Según vayamos estampando nuestros sellos en las hojas de nuestro documento –si es que nos decantamos por la opción física– o bien si optamos por la alternativa digital, nos daremos cuenta de la gran proporción de Patrimonio Mundial de la Unesco, de arte paleolítico, que existe entre nuestras fronteras o en los países vecinos.

Cueva prehistórica en Francia.Getty

El valle del río Vézère, en Francia, nos abre sus puertas con un lugar universalmente conocido como es la Gruta de Lascaux, pero nos asombrará igualmente la elevada concentración de cuevas y abrigos con yacimientos y arte rupestre del Paleolítico con que cuenta este territorio inmerso en la comarca del Perigord y, más concretamente, en el departamento de Dordoña.

Allí nos encontraremos con el CIAP Lascaux, la gran estructura turística y cultural que reproduce– al igual que ocurre con Altamira – el entorno de la cueva y sus pinturas rupestres, al tiempo que ofrece todo un museo interactivo para descubrir en profundidad las características y la historia de esta joya mundial descubierta en 1940.

También en el entorno del valle de Vézère nos toparemos con Les Eyzies-de-Tayac-Sirueil, población vinculada para siempre al hombre de Cromagnon y considerada popularmente como la capital mundial de la Prehistoria, gracias a la presencia de la cueva de Grand Roc, el refugio de Laugerie o el fuerte troglodita de Tayac, además del renombrado Museo Nacional de Prehistoria.

Altamira.Getty

Ya en España, recorremos la cornisa cantábrica en busca de grandes sitios mundiales de la Prehistoria, como la Cueva Tito Bustillo en Asturias o la gran reina del arte rupestre, Altamira, ya en Cantabria. A ellas se unen otros sitios asombrosos como El Pindal, El Pendo, Buxu, Covalanas, Sopeña… todos ellos enclaves de importancia mundial.

Cantabria, por su parte, además de sus diez sitios visitables incluidos dentro del pasaporte rupestre, nos ofrece la posibilidad de conocer el MUPAC (Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria), que nos pone los dientes largos con sus futuras nuevas instalaciones, una gran obra faraónica que promete convertirse en el nuevo icono arquitectónico de Santander cuando se inaugure.

Mientras, Castilla y León aporta varios enclaves en distintas provincias, como Peña de Estebanvela o Domingo García en Segovia o el cada vez más conocido Siega Verde, un desconocido sitio Patrimonio de la Humanidad de la Unesco ubicado en el sur de la provincia de Salamanca que, junto con su vecino valle del Côa, ya en Portugal, constituye el conjunto más excepcional al aire libre del arte paleolítico en la Península Ibérica.

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