La máquina de escribir del escritor Nicanor Parra; la caja de música y una flauta de la niñez del editor Mario Muchnik; el reloj del hispanista John Elliott, que compró en Suiza a los 16 años con el dinero obtenido por su primer libro; el anillo del padre del bailarín Víctor Ullate; unas zapatillas de baile de la bailarina cubana Alicia Alonso; la pulsera de latón que el padre de la escritora mexicana Elena Poniatowska llevaba mientras combatía en la Segunda Guerra Mundial…
Cualquier amante del arte se sentiría feliz de poder disfrutar de esos valiosos artefactos, pues pocas cosas acercan tanto a los autores como la contemplación de sus objetos íntimos. Si es tu caso, estás de suerte, porque todos los mencionados, junto con muchos más, se podrán apreciar hasta el 16 de junio en la exposición del Instituto Cervantes de Madrid La mayor riqueza. Legados escogidos de la Caja de las Letras.
La muestra, inaugurada en el marco de la Semana Cervantina 2024, reúne un centenar de legados de la totalidad de los que se custodian en la antigua cámara acorazada de la institución. Todos han sido donados por destacados protagonistas de la cultura de España e Hispanoamérica en una suerte de ‘cápsula del tiempo’, en lo que ya se ha convertido en todo un ritual cultural.
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El mismo fue inaugurado en 2007 por el escritor Francisco Ayala, premio Cervantes 1991. En la vitrina que muestra su tesoro, también se exponen las de otros premiados, como Miguel Delibes, Sánchez Ferlosio, la uruguaya Ida Vitale ("Tengo hace años para mí un tesoro, un manuscrito de José Bergamín", afirmó al entregarlo), el chileno Jorge Edwards, el nicaragüense Sergio Ramírez o el último galardonado, Luis Mateo Díez. También está el legado de la escritora Ana María Matute, que comentó con su humor habitual durante la entrega, en 2009: “Si alguna vez alguien me recuerda dentro de 20 años, que diga: ‘¡Anda, mira la Matute, pues no estuvo mal!’”.
Más allá de este espacio de premios cervantinos, la muestra recoge muchas otras piezas (borradores, documentos administrativos, libros, plumas, gafas, diplomas o expedientes académicos, recortes de prensa, pruebas de imprenta, cartas, fotografías y dibujos, carpetas, sombreros, vestidos...).
Ver fotos: Los 38 cuadros que hay que ver antes de morir
Los han dejado grandes personalidades, como la científica Margarita Salas ("Un legado muy querido para mí: el primer cuaderno de protocolos que hice en Nueva York en el laboratorio de Severo Ochoa"), el escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, la poeta nicaragüense Claribel Alegría, el cantautor argentino Atahualpa Yupanqui (que dejó tarjetas postales escritas a mano y enviadas durante sus viajes a su esposa), la escultora Cristina Iglesias, el escritor cubano Leonardo Padura, el músico Cristóbal Halffter, el poeta Joan Margarit o los músicos Joaquín Sabina y Miguel Ríos. Este último entregó en 2022 el manuscrito original de Vuelvo a Granada, “una canción que de pronto llegaba al alma de gente que tenía que irse de su casa y que deseaba volver”, según declaró el compositor.
“Estos depósitos, que nunca han salido de sus cajetines de la Caja de las Letras, se desvelan como símbolos de una vida completa dedicada a la literatura, al arte, a la música, al cine, al teatro, al periodismo o a la ciencia, en definitiva, a la cultura en español”, explican desde el Instituto Cervantes.
La exposición también muestra una selección de legados in memoriam, es decir, de personalidades ya fallecidas. Entre otros, se encuentran los del Nobel colombiano Gabriel García Márquez (una arqueta con tierra de su casa natal en Aracataca); el del dramaturgo Antonio Buero Vallejo (del que se conservan su pipa y uno de los bolígrafos con los que escribía las obras dramáticas) o el del poeta Miguel Hernández (una primera edición de su poemario más temprano, Perito en lunas, de 1933).
UN ESPACIO ESPECIAL PARA LAS MUJERES Y PARA LOS HERMANOS MACHADO
Además, para paliar el tradicional borrado de las mujeres en el arte, la institución se propuso con ocasión del Día de la Mujer en 2022 reunir a artistas femeninas para que dejaran un legado colectivo. Gracias a ello, en la muestra también podremos disfrutar de los objetos que definen las carreras de mujeres como la cantautora Rosa León, la actriz Marisa Paredes y la escritora y periodista Rosa Montero, que facilitó, entre otros ítems, una carta de Ursula K. Leguin, “maravillosa escritora norteamericana a la que reconozco como maestra”.
Por último, con objeto de honrar a dos de los hermanos más respetados de la literatura patria, el Instituto Cervantes ha habilitado un ‘buzón’ dedicado a los Machado. “Contiene cartas, poemas, escritos y dibujos que personalidades, políticos, ciudadanos anónimos y escolares dedicaron a Antonio y Manuel Machado, muchos de los cuales se exhiben en esta muestra. Además, se expone una urna con tierra procedente de tres ciudades machadianas: Sevilla (donde nacieron los hermanos), Madrid (donde ambos residieron bastantes años) y Colliure (donde Antonio murió en el exilio y está enterrado)”, culminan desde la institución.
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