Anteanoche, mientras el mundo entero observaba las imágenes con los dedos cruzados, 367 pasajeros y 12 miembros de la tripulación salieron con vida del choque de dos aviones en el aeropuerto de Haneda, en Japón. Aunque la noche terminó con cinco fallecidos, este accidente de avión en Japón ha llamado la atención mundial sobre la excelente preparación de este país para afrontar emergencias aéreas. Aunque también ha destacado notablemente todos los peligros que conlleva volar, la industria aérea tiene sus puntos fuertes y débiles. Como indican los expertos, una combinación de tecnología avanzada, un avión resistente y una excelente implementación del protocolo de evacuación salvaron la vida de cientos de pasajeros en menos de veinte minutos tras el inicio del fuego.
El accidente tuvo lugar cuando un Bombardier DHC8-300 de la Guardia Costera de Japón se interpuso en la ruta de aterrizaje de un vuelo de Japan Airlines. Este error, que sucedió por motivos aún desconocidos, provocó la muerte de cinco de los seis ocupantes del avión militar. Sin embargo, todos los pasajeros del Airbus A350 salieron a tiempo gracias a la eficiente guía de la tripulación.
Mientras se investiga en profundidad qué causó la colisión, repasamos la regla de los 90 segundos para la evacuación y el papel que desempeñan los pasajeros en ella.
¿PUEDE EVACUARSE UN AVIÓN EN 90 SEGUNDOS?
Sí. Una de las normas de la Administración Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés) indica que todos los fabricantes de aeronaves deben demostrar que se puede evacuar a todos los pasajeros de sus aviones (con su capacidad máxima) en 90 segundos con el 50% de las salidas. Esta demostración se realiza en la fase de pruebas y certificación de todos los aviones que se construyen. Además, las aerolíneas deben realizar evacuaciones completas en dos minutos o menos, para lo que se llevan a cabo formaciones para la tripulación y se asignan procedimientos. Las demostraciones tienen en cuenta varios factores, como el comportamiento de los pasajeros, los fallos de los aparatos y la disposición interna del avión y crean situaciones lo más realistas posible con personas reales, equipaje de cabina y salidas de emergencia averiadas.
¿QUÉ PAPEL DESEMPEÑAN LOS PASAJEROS?
Hay varios factores a tener en cuenta en una evacuación de 90 segundos, desde las salidas de emergencia y toboganes hinchables hasta las luces de los pasillos y la colocación de las maletas antes del despegue. Todo va incluido en la breve formación de seguridad impartida por la tripulación al inicio del vuelo. La contribución de los pasajeros a una evacuación segura, si llegara a producirse, empieza por prestar atención a estas instrucciones y esperar indicaciones más detalladas en caso de emergencia. Estos son algunos de los detalles a tener en cuenta para que una evacuación pueda producirse en condiciones de seguridad.
- Salidas de emergencia: además de las puertas de entrada y salida, hay salidas de emergencia a lo largo de todo el avión. Presta atención a su ubicación y sigue las instrucciones sobre su apertura y cierre. Las salidas de emergencia cuentan con toboganes inflables que se despliegan al abrir las puertas.
- Equipaje: es inevitable que haya objetos caídos por los pasillos durante una emergencia, y se tiene en cuenta en los simulacros de evacuación, pero si los pasajeros pierden tiempo en abrir los compartimentos para equipaje, se pierden segundos vitales y se obstaculiza la evacuación. Las personas que estén sentadas junto a las salidas de emergencia no podrán dejar su equipaje en el pasillo ni bajo los asientos para no obstaculizar el acceso a los demás pasajeros.
- Posición del respaldo: el aviso de mantener el respaldo en posición vertical durante el despegue y el aterrizaje no es ninguna tontería. En una situación de emergencia, esto garantiza la seguridad de los pasajeros, ya que, por diseño, los asientos son más resistentes en esta posición. Un asiento reclinado podría suponer un obstáculo para el pasajero de detrás o un riesgo para la persona que esté sentada en él en caso de golpes bruscos.
- Bandejas plegadas: de la misma forma que ocurre con los asientos, las bandejas abiertas pueden ser peligrosas u obstaculizar el movimiento. También evita que la gente use sus portátiles durante turbulencias o aterrizajes de emergencia, objetos que pueden suponer un riesgo en caso de movimientos inesperados.
- Ventanillas abiertas: si la ventanilla va abierta, no solo se ven las anomalías que puedan estar ocurriendo en el exterior, también permite a los pasajeros no desacostumbrarse a la luz del exterior y no deslumbrarse en caso de necesitar salir rápidamente.
- Anuncios por megafonía: algunos anuncios importantes sobre seguridad y protocolo pueden pasar desapercibidos entre el ruido de mucha gente asustada. Presta atención y guarda silencio para no perderte los mensajes que puedan emitirse mediante los canales disponibles.
El rigor y orden con el que se aplicaron los protocolos de emergencia en el accidente de avión en Japón fueron vitales a la hora de salvar la vida de los pasajeros, ya que todos ellos estaban lo bastante lejos del avión cuando este quedó envuelto por las llamas. Los incendios en aeronaves requieren una respuesta rápida y eficiente desde el momento en que se inicia el fuego, ya que las llamas se extienden con velocidad y la situación puede volverse incontrolable en pocos minutos. Un gesto tan sencillo como dejar las pertenencias personales atrás puede suponer la diferencia entre una historia como esta y un final mucho más trágico. Por todo esto, es de vital importancia seguir los consejos de seguridad a bordo en cualquier circunstancia.
Este artículo se publicó en julio de 2023 en Condé Nast Traveler India.
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